Francisco reflexionó sobre la necesidad de construir la paz "en el barrio, en la escuela, en el lugar de trabajo".
Recomendó a los católicos "jamás herir al otro, jamás".
El papa Francisco llamó a los fieles católicos a colaborar para llevar la paz al mundo, comenzando por el trabajo, el barrio y la escuela, y a este respecto pidió que los padres les pregunten a los hijos si cometen "bullying" a los niños más débiles o que no les agradan.
"Preguntemos a los niños: '¿Qué haces en la escuela? Cuando hay un compañero, una compañera que no te gusta, que es un poco odioso o es débil, ¿le haces bullying o haces la paz?", dijo Francisco en su homilía cotidiana en su residencia, la Casa Santa Marta.
Francisco afirmó que se necesitan "constructores de la paz", sobre todo en "este tiempo de Adviento, de preparación a la venida del Señor, que es el Príncipe de la paz", y que su construcción se puede empezar por "en el barrio, en la escuela, en el lugar de trabajo".
"¿Recurro yo siempre a alguna excusa para entrar en guerra, para odiar, para hablar mal de los demás? ¡Esto es hacer la guerra! ¿Soy bueno? ¿Trato de construir puentes? ¿No condeno?", declamó, retórico, el pontífice.
Familias en guerra
Jorge Bergoglio también invitó a construir la paz desde la familia, donde "hay tantas tristezas en las familias, tantas luchas, tantas pequeñas guerras, tanta desunión a veces".
Exhortó a preguntarse "si la propia familia está en paz o en guerra, si uno está contra el otro, si hay desunión, si hay puentes o murallas que nos separan".
"Cada vez que nosotros vemos que existe la posibilidad de una pequeña guerra, tanto en casa como en mi corazón, en la escuela o en el trabajo, (hay que) tratar de hacer la paz. Jamás, jamás herir al otro. Jamás", enfatizó.
Para no herir a los demás, Francisco aconsejó "no hablar mal de los demás, no tirar el primer cañonazo".
"Si todos nosotros hiciéramos sólo esto - no hablar de los demás - la paz avanzaría más", afirmó.
