El papa Francisco lamentó el ataque perpetrado el viernes contra dos mezquitas en la ciudad de Christchurch en Nueva Zelanda, y pidió "gestos de paz para acabar con el odio y la violencia".
"En estos días, al dolor por las guerras y los conflictos que no cesan de afligir a toda la humanidad, se ha agregado el de las víctimas del horrible atentado contra dos mezquitas en Christchurch, en Nueva Zelanda", dijo el pontífice tras el rezo del Ángelus y desde la ventana del palacio apostólico del Vaticano.
"Rezo por los muertos y los heridos, y por sus familiares. Muestro mi cercanía con la comunidad religiosa y civil, y renuevo la invitación a la unidad en la oración y los gestos de paz para acabar con el odio y la violencia", añadió.
Los ataques se produjeron el viernes, mientras centenares de musulmanes oraban en dos mezquitas situadas en el centro de Christchurch.
Las autoridades neozelandesas elevaron a 50 el número de muertos en el suceso, en el que otras 50 personas resultaron heridas.
Las autoridades neozelandesas presentaron ayer cargos de asesinato contra Brenton Tarrant, un australiano de 28 años acusado de los ataques.