El papa Francisco decidió este viernes en medio de su gira por Filipinas hablar en español y poder así ser más espontáneo e improvisar un discurso en el que advirtió de las numerosas amenazas que quieren destrozar a la familia.
"Existen colonizaciones ideológicas que buscan destrozar la familia y estas no nacen del encuentro con Dios. Vienen de afuera, por eso yo las llamo colonizaciones", explicó Francisco en español, ya que afirmó que su inglés era "muy pobre".
Francisco, que continuó en español mientras un colaborador traducía al inglés, explicó: "Como nuestros pueblos llegaron a la madurez de decir no a cualquier colonización, como familia tenemos que ser muy sagaces, muy hábiles, muy fuertes, para decir no a cualquier intento de colonización ideológica que quiera destrozar a la familia".
El Papa mencionó a Juan Pablo II, diciendo que "en un momento en el que se le proponía el problema del crecimiento de la población tuvo la valentía de defender la apertura a la vida de la familia", en referencia a la encíclica "Humanae Vitae".
Francisco afirmó que "Dios nos llama a reconocer los peligros que amenazan a nuestras familias para protegerlas de cualquier daño".
Entre estos peligros, Francisco habló de los problemas financieros que gravitan sobre muchos hogares, pero también de aquellos "atrapados por el materialismo y un estilo de vida que destruye la vida familiar".
El Papa también citó el "relativismo" y "la cultura de lo efímero" que está intentado "redefinir la institución misma del matrimonio".
"Toda amenaza para la familia es una amenaza para la propia sociedad", clamó el pontífice, quien citó al Papa y santo Juan Pablo VI, quien decía que "el futuro de la humanidad pasa por la familia".
En su discurso ante cerca de 20 mil personas en el "Mall of Asia" de Manila, Francisco también uso el español para pedir a las familias que "sueñen".
"No es posible una familia que no sueña, pues se debilita y se apaga", dijo.
Algunas horas antes, en su homilía en la catedral de Manila, Francisco había ya adelantado el tema cuando pidió a los obispos y a los demás religiosos que "proclamasen la belleza y la verdad del mensaje cristiano a una sociedad que está tentada por una visión confusa de la sexualidad, el matrimonio y la familia".
Francisco habló de la presencia de "fuerzas poderosas que amenazan con desfigurar el plan de Dios sobre la creación y traicionan los verdaderos valores".