Admitió que son "bastantes en número" los sacerdotes que han incurrido en abusos sexuales.
"Me siento interpelado a hacerme cargo", declaró.
"Con los chicos no se juega", exclamó enfático el papa este viernes.
El papa Francisco pidió perdón este viernes por los abusos sexuales cometidos por "bastantes" sacerdotes contra niños, y dijo que la Iglesia no dará ningún "paso atrás" al abordar esta cuestión.
"No habrá un paso atrás en lo que se refiere al tratamiento de estos problemas y a las sanciones que se deben poner. Tenemos que ser muy fuertes. Con los chicos no se juega", exclamó el papa, quien interrumpió un discurso que tenía preparado para improvisar algunas palabras, en las que pidió perdón por el mal perpetrado por los sacerdotes a niños.
"Me siento interpelado a hacerme cargo de todo el mal que algunos sacerdotes, bastantes, bastantes en número, no en comparación con la totalidad (han hecho). (Quiero) hacerme cargo de pedir perdón del daño que han hecho por los abusos sexuales de los niños", afirmó el papa hablando en español.
Después prosiguió su discurso a la delegación de la Oficina Internacional Católica de la Infancia (BICE), a la que recibió en el Vaticano, explicando que "en una sociedad bien constituida los privilegios sólo deben ser para los niños y los ancianos, porque el futuro de un pueblo está en manos de ellos".
"Los niños porque ciertamente llevarán adelante la fuerza de la historia. Los ancianos porque son la sede de la sabiduría de un pueblo y tienen que aportar esa sabiduría", reflexionó.
