El papa Francisco hizo este miércoles un nuevo llamado a la paz en Siria, pidió que se apoyen las iniciativas de la comunidad internacional para acabar con la guerra y que se favorezca la ayuda humanitaria para los refugiados y se tutele su dignidad.
"Que callen las armas. Frente a la continuación de la violencia y los atropellos renuevo con fuerza mi llamado a la paz en Siria", afirmó el Obispo de Roma en la audiencia que concedió a miembros de organismos caritativos católicos que operan en Siria y en países limítrofes.
Estos organismos se reunieron este miércoles en el Vaticano en un encuentro de coordinación promovido con el consejo pontificio "Cor Unum", que se encarga de distribuir la caridad del papa.
Francisco agradeció la labor que realizan y destacó la "preocupación" de la Santa Sede por la crisis siria "y de manera concreta por la población, que con frecuencia sufre de manera inerme las consecuencias del conflicto".
El papa Bergoglio recordó que Benedicto XVI pidió en numerosas ocasiones que "callasen las armas y se encontrase una solución a través del diálogo, para alcanzar una profunda reconciliación entre las partes".
Añadió que a él también le preocupa la suerte de los sirios y que el pasado Domingo de Resurrección pidió la paz "sobre todo para la amada Siria, para su población herida por el conflicto, y para los numerosos prófugos que esperan una ayuda y un consuelo".
El pontífice argentino subrayó que en las últimas semanas la comunidad internacional ha reafirmado su intención de promover iniciativas concretas para poner en marcha un diálogo provechoso, con el fin de acabar con la guerra y que son intentos "que hay que apoyar y de los que se espera el acercamiento de la paz".
Francisco añadió que la Iglesia está llamada a ayudar a los que sufren y que no puede echarse atrás ante situaciones como la de Siria y la de los países vecinos, "que generosamente acogen a los que huyen de la guerra" y que continuará con su ayuda humanitaria a la población.
El papa Bergoglio afirmó que para la Santa Sede ayudar a la población siria, "más allá de las diferencias étnicas o religiosas, es el modo más directo de contribuir a la pacificación y edificación de una sociedad abierta a todos sus componentes".
"Pido a la Comunidad internacional que junto a la búsqueda de una solución negociada del conflicto favorezca la ayuda humanitaria para los prófugos y refugiados sirios, mirando en primer lugar el bien de la persona y la tutela de su dignidad", agregó el papa.