El papa Francisco afirmó que existe "la urgencia dramática de ocuparse del medioambiente", y que no es posible conformarse "con simples medidas paliativas o con compromisos tímidos y ambiguos", en su discurso ante cerca de 6.000 estudiantes de la Universidad católica de Lisboa, en el marco de su participación en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).
Tras escuchar los testimonios de tres alumnos, el pontífice planteó que "debemos reconocer la urgencia dramática de hacernos cargo de la casa común", pero "esto no se puede hacer sin una conversión del corazón y un cambio en la visión antropológica que está en la base de la economía y de la política".
"No nos podemos conformar con simples medidas paliativas o con compromisos tímidos y ambiguos", emplazó en su discurso, al tiempo que subrayó que este es "un momento de gran destrucción del planeta".
Para Francisco, es necesario "redefinir lo que llamamos progreso y evolución. Porque, en nombre del progreso, se ha abierto el camino a una gran regresión".
"Ustedes son la generación que puede vencer este desafío: tienen los instrumentos científicos y tecnológicos más avanzados, pero, por favor, no caigan en la trampa de visiones parciales", los aconsejó.
Además, los instó a no olvidar la necesidad de una "ecología integral", que sea capaz "de escuchar el sufrimiento del planeta junto al de los pobres; necesitamos poner el drama de la desertificación en paralelo al de los refugiados, el tema de las migraciones junto al del descenso de la natalidad".
El pontífice señaló también la importancia de comenzar "estudios económicos con la intención de restituir a la economía la dignidad que le corresponde, para que no esté en manos del mercado salvaje y de la especulación".
PAÍSES MEDITERRÁNEOS PIDEN "ACTUAR YA"
En paralelo, los jefes de Estado de Italia (Sergio Mattarella), Grecia (Katerina Sakellaropoulou), Portugal (Marcelo Rebelo de Sousa), Malta (George Vella), Croacia (Zoran Milanović) y Eslovenia (Nataša Pirc Musar) pidieron hoy a la comunidad internacional "actuar ahora", porque "la crisis climática ha llegado y alcanzado proporciones explosivas".
"No hay más tiempo que perder, no hay más tiempo que transigir por razones políticas o económicas. Es imperativo actuar ahora y tomar iniciativas urgentes y eficaces. Todos los países mediterráneos deben coordinarse y reaccionar, comprometerse en un esfuerzo colectivo para detener e invertir los efectos de la crisis climática", indica el comunicado conjunto, divulgado por la sede de la presidencia de la República italiana.
Los efectos del "estado de emergencia climática" son "especialmente visibles en nuestra región, el Mediterráneo, que se ve gravemente afectada y en riesgo inmediato no sólo de agua y electricidad, sino también de inundaciones, olas de calor generalizadas, incendios y desertificación".
"Los fenómenos naturales extremos están destruyendo el ecosistema y amenazan nuestra vida cotidiana, nuestro modo de vida", aseguran los seis mandatarios, de manera que insisten en que "es deber de todos actuar en esta dirección y adoptar políticas concretas encaminadas a este esfuerzo: sensibilizar a la opinión pública, educar e inspirar en todos la ética de la responsabilidad medioambiental".
Así, estos mandatarios "se comprometen a apoyar plenamente las iniciativas de acción común y hacen un llamado a la Unión Europea, a los demás países mediterráneos y a la comunidad internacional a que mantengan esta cuestión en un lugar destacado de su agenda política".
