El papa Francisco tuvo este martes un recuerdo para las personas "que sufren sentencias injustas, debido a la persecución", y les dedicó la misa matutina en su residencia de la Casa Santa Marta.
En la misa, que actualmente se ofrece en abierto por los medios vaticanos ya que no asisten fieles por el coronavirus, explicó que "en estos días de Cuaresma hemos visto la persecución que sufrió Jesús y cómo los doctores de la ley se ensañaron contra él: fue juzgado con dureza, con saña, siendo inocente".
"Me gustaría rezar hoy por todas las personas que sufren sentencias injustas, debido a la persecución", agregó.
Una referencia a la Justicia que llega después de que en la madrugada italiana, el cardenal George Pell, ex responsable de la Secretaría Económica del Vaticano, fuese puesto en libertad después de que la máxima instancia judicial de Australia anulara su condena a seis años de prisión por abusos sexuales cometidos contra dos menores en los años 90.
En el fallo, que no puede ser recurrido, el pleno de los magistrados del Tribunal Superior de Australia consideró que existió "una posibilidad significativa de que una persona inocente haya sido condenada porque las pruebas no establecieron la culpabilidad con el nivel de prueba requerido".
En los comunicados del Vaticano sobre el juicio a Pell siempre se remarcó que "el cardenal reiteró su inocencia y que tenía el derecho a defenderse hasta la última instancia".
