El director de la División de las Américas de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, se refirió a la condena que recibió del líder opositor venezolano, Leopoldo López, asegurando que hay un silencio cómplice en la comunidad internacional que cuesta mucho explicar.
En conversación con Cooperativa explicó que "en la falta de reacción internacional hay un silencio cómplice que cuesta mucho explicar. La única explicación posible es que los gobiernos prefieren hacer la vista gorda".
"Venezuela es una potencia importante, nadie quiere desatar las iras y las acusaciones de conspiración internacional que se genera de Caracas cada vez que hay una opinión distinta. Lamentablemente muchas veces los gobiernos se mueven por intereses o color político y no por valores", señaló Vivanco.
En cuanto a nuestro país, indicó que "Chile tiene peso, pero más peso tiene Brasil. Ojalá que Brasil tuviera una actitud más clara y más nítida frente a los atropellos que se están dando a los derechos humanos en Venezuela".
López fue condenado esta semana a 13 años y nueve meses de presidio por la jueza Susana Barreiro por los delitos de instigación pública, asociación para delinquir, daños a la propiedad e incendio, magistrada que además podría llegar en los próximos días a Chile en calidad de cónsul.
Vivanco explicó que esta situación se debe a que en Venezuela los jueces son temporales y pueden ser destituidos de la noche a la mañana sin explicación. En ese sentido, presume que el nuevo nombramiento sería un "premio" por haber liderado la condena contra uno de los principales opositores al gobierno de Nicolás Maduro.
"Ojalá Chile rechace el nombramiento" en caso de producirse, señaló el director de HRW, puesto que Barreiro ha dictado una sentencia abiertamente "violatoria de derechos humanos básicos".
"Acá ni siquiera se ha respeto el principio básico de presunción de inocencia", insiste el experto junto con calificar la condena como "un escándalo absoluto".
Sobre juicio y condena
"Se trata de un caso que arranca como una detención arbitraria, porque no hay ni una justificación ni para detener a Leopoldo López ni a los cuatro estudiantes. Se les imputan cargos gravísimos, incluso los de homicidio inicialmente, pero luego de un año y medio no se exhiban pruebas que puedan vincularlos a la comisión de cualquier crimen", explicó.
Y añadió que "hemos tenido acceso al expediente y no existen pruebas, no existe evidencia que puedan vincular a este líder opositor y a estos estudiantes a la comisión de delitos. Es típicamente lo que se da en una dictadura que es castigar y encarcelar a alguien por sus opiniones".
"El juicio está basando en un análisis de los discursos de Leopoldo López y en esos discursos, de acuerdo a un experto que contrata el Ministerio Público, habría transmitido unos mensajes subliminales, es decir, ocultos, para llamar o incitar a la violencia", detalló.
"Es una estupidez completa, no tienen ninguna presentación, ninguna base, pero con esos argumentos termina Leopoldo López condenado a 13 años y nueve meses, casi 14 años, además del año y medio que se ha pasado en prisión", en condiciones "crueles e inhumanas", concluyó Vivanco.
