El Gobierno de Nicolás Maduro ha contabilizado 315 heridos, entre ellos 19 militares, por los disturbios generados el fin de semana pasado en la frontera entre el estado venezolano de Táchira y el colombiano Norte de Santander.
La información la dio a conocer este domingo a través del canal privado Televén el dirigente oficialista Freddy Bernal, designado por el chavismo gobernante como la máxima autoridad en esa región, quien responsabilizó a los Gobiernos de Colombia y Estados Unidos por estos hechos violentos.
Indicó que en los cuatro puentes binacionales ubicados en esta zona se recibieron "disparos, bombas molotov, rocas, explosivos y objetos contundentes" que eran lanzados desde el lado colombiano de la frontera en contra de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y de civiles leales a Maduro.
Bernal dijo que hubo "varios heridos de bala" así como civiles y militares que fueron "incendiados vivos" por "criminales tarifados por la oposición" que actuaron -según el dirigente- desde el lado colombiano y con consentimiento de las autoridades de ese país vecino.
Denunció también que al menos ocho francotiradores dispararon desde Colombia contra quienes impedían la entrada de las donaciones de alimentos y medicinas que escasean en Venezuela.
Estos enfrentamientos ocurrieron en medio del intento de la oposición venezolana de ingresar al país una ayuda humanitaria que el Ejecutivo de Maduro considera un show político liderado por el jefe del Parlamento, y autoproclamado presidente a cargo Juan Guaidó.