El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, denunció este sábado que la familia de nuevos billetes, que debió entrar en circulación el pasado día jueves, no ha llegado al país debido a un "sabotaje internacional" para afectar la economía venezolana.
"Tengo que denunciar algo, (...) estamos siendo víctimas de un sabotaje internacional para que los nuevos billetes que ya están listos, no puedan ser trasladados a Venezuela, así lo denuncio", afirmó Maduro durante un acto de partidarios congregados en Caracas para expresar respaldo a las acciones económicas del Ejecutivo.
Sin embargo, el jefe de Estado venezolano aseguró que, pese al supuesto sabotaje, su Gobierno está "aligerando" el ingreso del papel moneda con las nuevas denominaciones que entrarán en curso legal.
La nueva familia de billetes, con denominaciones de 500, 1.000, 2.000, 5.000. 10.000 y 20.000, y de monedas de 10, 50, y 100 bolívares, había sido anunciada por el Ejecutivo venezolano para el pasado 15 de diciembre, sin embargo, hasta el momento ninguna entidad ha distribuido los billetes.
Nuevos billetes para enfrentar la inflación
La medida de reemplazar el antiguo cono monetario, que circula desde 2008, busca enfrentar la inflación y facilitar el manejo de efectivo que durante los últimos años se había vuelto engorroso por los grandes volúmenes de billetes necesarios para hacer pagos simples en efectivo.
Los venezolanos han estado a la espera de los nuevo billetes, especialmente durante los últimos días, a causa de la decisión de Maduro de sacar de circulación el billete de 100, que actualmente es el de mayor denominación.
Maduro reiteró esta jornada que esa determinación fue tomada de forma repentina porque "mafias monetarias" estaban robándose los billetes de 100 bolívares para dejar al país sin efectivo "como parte del golpe económico y político" de las "mafias" de sus opositores agrupados en la alianza Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
Y la decisión de cerrar, sin previo aviso, la frontera de su país con Colombia, para impedir que estas mafias volvieran a traer los billetes, permitió que estos grupos tuvieran pérdidas de unos 300.000 millones de bolívares en billetes.
El mandatario agradeció a "la inmensa mayoría del pueblo venezolano por su apoyo a la medida que tomé de darle un golpe a las mafias monetarias".
La iniciativa, que ha provocado una fuerte escasez de efectivo, ha sido fuertemente criticada por sus opositores y ha impulsado protestas en el interior del país, y algunas de ellas han degenerado en hechos violentos.