La ONG, Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), denunció este lunes, a través de un informe, que "al menos" el 70 por ciento de la población reclusa en Venezuela "presenta desnutrición severa", como consecuencia de la escasez de alimentos, la "falta" de infraestructura para la preservación y preparación de estos y ausencia de medidas de higiene y salubridad.
"El registro y monitoreo constante de la situación carcelaria que analiza nuestra organización ha apuntado a un incremento evidente de la tasa de desnutrición en los centros de detención del país, registrando que al menos (el) 70 por ciento de la población reclusa venezolana presenta desnutrición severa", apuntó la ONG en su informe.
El observatorio detalló que "en ninguna" de las cárceles venezolanas se garantiza, "siquiera en un mínimo porcentaje", una dieta balanceada, con una carga calórica y nutrientes que les permita a los presos sobrellevar las condiciones propias del encierro.
"La ingesta alimenticia en las cárceles venezolanas no se corresponde con los requerimientos necesarios que debe cumplir cualquier adulto que permita tener las defensas activas y un sistema inmune fortalecido para hacer frente a las deplorables condiciones de detención en las que permanecen", reseña el documento.
De acuerdo con el estudio de la ONG, el 91,5 por ciento de los privados de libertad no consume proteínas y el 90,1 por ciento "no consume ni ha consumido frutas, ni verduras durante su detención".
"Se conoció que el 40,1 por ciento come una vez al día, el 38 por ciento dos veces al día y el 9,2 por ciento nunca recibe alimentos. Solo el 12,7 por ciento manifestó comer tres veces al día", indicó la organización.
Además, el observatorio recuerda la "inexistencia de cifras, presupuestos y rendición de cuentas con respecto al tema de alimentación en las cárceles".
En este sentido, el OVP solicitó al Estado venezolano a que se den a conocer las datas y porcentajes "reales" en torno a la población reclusa de Venezuela y que se desarrolle "un proyecto de reactivación para el suministro de alimentos en todas las instalaciones carcelarias del país".
El noviembre pasado, esta misma organización reportó que más de 600 presos internados en el Centro Penitenciario de la Región Andina (Cepra) del estado Mérida, en el oeste de Venezuela, se declararon en huelga de hambre para protestar por la escasez de alimentos, brotes de enfermedades y falta de asistencia médica.