La Cancillería y el Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (Saime) de Venezuela trabajarán conjuntamente para que los compatriotas que residen fuera del país tengan al día sus documentos de identidad y de viaje, informó este jueves el Ministerio de Relaciones Exteriores en un comunicado.
En los últimos años, numerosos venezolanos en determinados países no pudieron renovar sus cédulas o pasaportes en los respectivos consulados, debido a la ruptura de relaciones diplomáticas de la nación de origen con la de acogida, o a los fallos en las plataformas habilitadas para este fin, según el Gobierno, por ataques informáticos o sabotajes al sistema del Saime.
Esto generó retrasos en las renovaciones y en la emisión de documentos de identificación, tanto dentro como fuera del país, por lo que cientos de venezolanos en el extranjero no tienen su documentación personal en regla.
Con el objetivo de subsanar este problema, el canciller, Carlos Faría, y el director general del Saime, Gustavo Vizcaíno, acordaron trabajar de manera conjunta y facilitar así la emisión de documentos identificativos, que es "un derecho constitucional".
Según la nota de la Cancillería, el Gobierno se compromete a "garantizar los documentos de identidad y viajeros a quienes no se encuentran en el país".
El Saime detalló que, desde el pasado 11 de agosto, ha enviado 5.464 documentos de viaje, en su mayoría a los países del Caribe, que son "los que más demanda presentan". El segundo lugar lo ocupan las solicitudes desde Europa y el tercero, Asia y Oceanía.
Según la última actualización de la Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela (R4V), difundida el lunes pasado, más de 6,8 millones de venezolanos salieron de su país de origen en los últimos años.
Según este mecanismo de coordinación regional, "a agosto de 2022, 6.805.209 de personas salieron de Venezuela. El 84 por ciento (5.745.664) vive en América Latina y el Caribe".
El dato, con fecha de corte del 5 de agosto, supone un aumento del 9,7 por ciento (660.000 personas) frente al último reporte ofrecido en julio que daba cuenta de 6,15 millones de migrantes.