El "período de prueba" del nuevo sistema de cobro de la gasolina en Venezuela se inició este lunes sin que se conozca aún el precio del combustible, hasta ahora considerado el más barato del mundo, mientras los consumidores manifiestan dudas acerca del éxito de este mecanismo.
Las gasolineras amanecieron hoy tomadas por un grupo de jóvenes entrenados por el Gobierno de Nicolás Maduro para poner a prueba el dispositivo de "biopago" que fueron instalados la semana pasada y quienes son los únicos autorizados, por ahora, para manipularlos, aunque no tienen permiso para dar declaraciones a quien les consulte.
Al lado de esos jóvenes, los trabajadores de las gasolineras dicen desconocer cuándo se comenzará a pagar a través de este mecanismo y tampoco cuánto cobrarán por el líquido.
Desde la semana pasada, personal de la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) se desplegó en diferentes puntos de venta de combustibles para la instalación y explicación de cómo funcionará este nuevo método pago que incluye un lector dactilar y de tarjetas, constató Efe.
El Ejecutivo venezolano adelantó que el nuevo esquema establecerá un precio subsidiado para quienes posean el carnet de la patria, una tarjeta gubernamental que la oposición señala como un arma de control social y político en manos del chavismo.
Según Maduro, estos aparatos mediante los que se cobrará la gasolina usan tecnología china y permitirán una mejor distribución del combustible y reducirá su contrabando, especialmente hacia la vecina Colombia que, asegura, genera pérdidas de hasta 18.000 millones de dólares al año.
Este nuevo sistema de cobro de la gasolina forma parte del conjunto de medidas que ha tomado del Gobierno de Maduro para enfrentar la grave crisis económica, y la instalación de este método se probó primero, antes de extenderse a todo el país, en ocho estados fronterizos donde se ha registrado contrabando de combustible.