El ministro secretario general de Gobierno, Francisco Vidal, afirmó que la evaluación que realiza su cartera de extinguir la Llama de la Libertad, instalada por la dictadura militar frente a La Moneda, es un tema presupuestario y no político. La cartera vio recortados sus recursos en la Ley de Presupuestos 2004 en 17 por ciento.
El recorte presupuestario a la Secretaría General de Gobierno ya le ha significado a este ministerio la venta de parte de la flota vehicular que posee. "Nuestra idea, por cierto, no es herir a nadie. Yo creo que hay gente en Chile, un porcentaje de chilenos que la Llama de la Libertad la asocia a un régimen. A otro, yo creo que la mayoría, no le gusta", afirmó Vidal. "Pero bueno, el problema no es de gustos, el problema es de un criterio de cómo reducimos más gastos, pero en ese tema particular, siendo tan marginal en el conjunto, está sujeto a evaluación", recalcó. Vidal afirmó además que "la Llama de la libertad está en la lógica del gobierno militar y no constituye para mí un símbolo de Estado". Ante esta situación, el alcalde de Providencia, Cristián Labbé, ofreció financiar el símbolo pinochetista a través del Instituto O'Higginiano. En tanto, el senador Fernando Cordero cuestionó que el Gobierno haya reinagurado el acceso por Morandé 80 a La Moneda -por donde fue sacado el cuerpo sin vida del presidente Salvador Allende en 1973- y no pueda mantener encendida la llama, que le cuesta al Gobierno 4,5 millones de pesos al año. El monumento forma parte del "Altar de la Patria" que se ubica a un costado de la Alameda Bernardo O'Higgins, frente al Palacio de La Moneda. Fue instalado en 1976 por decisión de Augusto Pinochet.
