Cables diplomáticos detallaron apoyo de Brasil al golpe de Pinochet
Diario Folha de Sao Paulo reveló el contenido de 226 documentos en tres años.
Las ayudas iban desde créditos hasta representación en la embajada.
Diario Folha de Sao Paulo reveló el contenido de 226 documentos en tres años.
Las ayudas iban desde créditos hasta representación en la embajada.
El régimen militar de Brasil (1964-1985) apoyó financiera y diplomáticamente el golpe de Estado de Augusto Pinochet en Chile, según cables de la Cancillería brasileña divulgados este lunes por el diario Folha de Sao Paulo.
Los telegramas entre la embajada de Brasil en Santiago de Chile y Brasilia revelan que la dictadura brasileña le ofreció un amplio apoyo a Pinochet en sus primeros años de Gobierno, según Folha de Sao Paulo, que tuvo acceso a 226 cables diplomáticos sobre el asunto producidos entre 1973 y 1976.
Tan solo dos meses después del golpe del 11 de septiembre de 1973 que derribó al presidente Salvador Allende, Brasil, entonces gobernado por el general Emilio Médici, le concedió un préstamo por 50 millones de dólares al Banco Central chileno para incentivar las exportaciones de ese país.
El préstamo fue la respuesta a una petición del régimen chileno que le comunicó a la embajada brasileña encontrarse en "grave situación" financiera, según los documentos.
Brasil también aceleró las compras de cobre chileno, abrió líneas de crédito especiales para los empresarios brasileños interesados en exportar a Chile y adoptó medidas para estimular las ventas a ese país de azúcar y automotores.
Con esa política, en 1976 Brasil desplazó a Alemania del puesto de mayor importador de cobre chileno.
"Es hora de concentrar aquí (en Chile) nuestras compras de cobre. Eso nos dará influencia y un estatus desvinculado de quien gobierne el país", señala un telegrama de la época de la embajada en Santiago.
Brasil igualmente ayudó a financiar la compra de un sistema de comunicaciones para la Interpol en Chile.
Protección diplomáticaSegún Folha de Sao Paulo, Brasil también actuó en el campo diplomático a petición de la Junta Militar chilena para "proteger los intereses de Chile" en México, Polonia y Yugoslavia, países que condenaron el golpe de Pinochet.
Los diplomáticos brasileños en esos países asumieron tareas de la embajada de Chile, como negociar la llegada de presos políticos y pagar deudas del servicio diplomático.
El régimen brasileño igualmente defendió al chileno en foros internacionales como la Organización de Estados Americanos (OEA).
"El proyecto inicial bastante fuerte de moción condenatoria del Gobierno chileno fue 'aguado' por iniciativa de las delegaciones brasileña y argentina", asegura un telegrama de 1975 sobre una reunión del Parlamento Latinoamericano para discutir la violación de los derechos humanos en Chile.
En contrapartida, revelan los documentos, Chile apoyó diferentes candidatos brasileños a cargos en organismos internacionales.
De acuerdo con Folha de Sao Paulo, el entonces embajador de Brasil en Santiago, Antonio Cándido da Cámara Canto, relata en los cables su cercanía y sus frecuentes contactos con figuras de la dictadura chilena.
El embajador llegó a consultar al Gobierno chileno sobre el pasado "político-ideológico" de ciudadanos chilenos que solicitaban visa para permanecer en Brasil, agrega la publicación.