La Presidenta Michelle Bachelet junto al director nacional (s) de Onemi, Víctor Orellana, visitaron este martes una de las 12 estaciones destinadas al monitoreo de la actividad sísmica de la Falla de San Ramón, en la Región Metropolitana, que son parte de la Red Sismológica Nacional.
Se trata de un proyecto dirigido por el geólogo de la Universidad de Chile, Gabriel Vargas, que está siendo implementado desde 2016 y es la primera iniciativa gubernamental para monitorear en tiempo real esta falla de 30 kilómetros de extensión.
Estos 12 centros cuentan con un presupuesto total de 465.584.558 pesos, que se han destinado para la adquisición e instalación de seis estaciones sismológicas permanentes, tres de ellas donadas por la Comisión Chilena de Energía Nuclear.
A estos se suman una estación sismológica de pozo permanente, cinco estaciones GPS en distintos puntos de la falla, la contratación de dos especialistas para el análisis de la información y realizar los estudios de caracterización necesarios.
Onemi detalló que cada una de las centrales cuenta, según su naturaleza, con sismógrafos, sismómetros, acelerógrafos y digitalizadores, y también se encuentran conectadas vía 3G al Centro Sismológico Nacional para su monitoreo en tiempo real.
Contempla, además, la realización de un estudio que precisará la ubicación y recorrido, su estructura y la temporalidad de su activación, y la determinación si la falla conocida hasta hoy se extiende hacia Pirque, por el sur, y Lo Barnechea, por el norte, el cual se desarrollará en 33 meses.
"Avance sin precedentes en materia de protección civil"
"Por primera vez en la historia de nuestro país, con la instalación de estas estaciones sismológicas, hemos decidido abordar la Falla de San Ramón y tendremos un monitoreo en tiempo real de sus movimientos", expresó la Mandataria.
La Jefa de Estado reconoció que "esto va a permitir que el Gobierno, junto a la Universidad de Chile, lleve adelante un avance sin precedentes en materia de protección civil y de preparación para las emergencias".
La falla se encuentra ubicada entre los ríos Mapocho y Maipo, pasa por las comunas de Vitacura, Las Condes, La Reina, Peñalolén, La Florida y Puente Alto, La Florida y Puente Alto, y es geológicamente activa.
El geólogo Vargas reconoció que "los estudios nos están mostrando cada vez más que esta falla es un objeto importante en términos de peligro sísmico, pero sin duda que no podemos saber cuándo va a ocurrir el próximo terremoto, lo que sí hemos visto es que es capaz de generar grandes terremotos, es decir, de magnitud de hasta 7 ó 7,5 en Santiago".
"Entonces de ahí la importancia de seguir estudiándola, monitorearla y de implementar normativas que se hagan cargo no solamente de los aspectos de peligro propiamente tal, es decir, no solamente de conocimiento científico de la falla, sino que lo que queremos hacer es que esto se traduzca en normativas, en un desarrollo de Santiago que nos permita tener una ciudad más sostenible y resiliente", sentenció.