La Organización de Consumidores y Usuarios (Odecu) identificó graves irregularidades contractuales en diversos centros de estética y cosmetología de la Región Metropolitana, los cuales estarían vulnerando la Ley del Consumidor.
El organismo realizó un estudio para conocer estos centros, donde se realizan procedimientos estéticos no invasivos o levemente invasivos, como depilaciones, tratamientos con toxina botulínica o ácido hialurónico.
El estudio buscó analizó seis centros de estética y cosmetología: Aurora Estética (Providencia), Centro Lem (Maipú), Clínica Belenus (San Miguel), Clínica Cela (San Bernardo), Clínica Estética Kintegra (Cerrillos) y Pretty Woman Esthetic Center (Providencia).
Entre los principales hallazgos está que las "vulneraciones" a la Ley del Consumidor son "similares" en todos los centros de estética analizados, como lo es el derecho a "contratación con toda la información veraz y oportuna, lo que a nuestra interpretación, además vulnera la libertad de contratación".
El presidente de Odecu, Stefan Larenas, indicó que esta situación "lleva a preguntarse si existe realmente un consentimiento informado en estas contrataciones, y lamentablemente, a nuestro juicio, es que no existe un consentimiento informado, porque simplemente el consumidor no accede a la información básica para la contratación".
"De hecho, en los casos más graves, además de no acceder a un contrato, se envía junto con la cotización un botón para realizar directamente el pago por los tratamientos, sin que la persona pueda conocer las políticas de cambio, devoluciones, o si efectivamente el consumidor es apto para el tratamiento que se consulta", añadió.
Según la investigación de Odecu, todas las irregularidades detectadas resultan perjudiciales para los consumidores, porque finalmente todos los derechos obtenidos se ven "inexistentes" en estos centros de estética que someten al consumidor a sus propias reglas.
Larenas consideró "necesario señalar que es imperativo por parte de la institucionalidad destinada a la protección a los consumidores (Sernac), una mayor fiscalización a estos centros estéticos y, especialmente, a sus políticas contractuales, en conjunto con la creación de una eventual reforma legal que pueda unificar los reglamentos bajo los cuales se someten con el objetivo de poder entregar una certeza jurídica a los consumidores".