Prohibición de entrar a una discoteca por el corte de pelo y un profesor de gimnasio que no respeta el protocolo, figuran entre las denuncias.
Un militar denunció que se le prohibió entrar a una discoteca por su corte de pelo.
Un profesor de baile que no respeta las listas, una veterinaria que no le cortó las uñas a un perro, la prohibición de entrar a una discoteca por el corte de pelo son algunos de los reclamos más extraños que recibió el Sernac durante el 2013.
"Llegué con unos amigos a la Kmasú Premier y ahí un guardia me dijo: 'A ver, tú no puedes entrar con ese corte de pelo'. Ahí yo le dije que era uniformado y el hombre se negó y me dijo: 'Te vas, te vas porque aquí yo soy el guardia'", dijo el soldado profesional Nikki Torres al organismo, según detalló El Mercurio.
El uniformado dijo que "con mi reclamo quise incitar a que la gente tuviera más consideración y más cuidado al referirse a ciertas personas (...) A mí me gustaría que los militares en las discotecas tuvieran ciertas regalías, algo que nos identifique y que nos digan 'ya, los militares por acá y los civiles por allá', porque a nosotros nos gusta la diversión".
Problemas con depilación y faltas de protocolo
"Compré seis sesiones de depilación para el mentón (...) y me hicieron una prueba en el cuello, después de esa me empezaron a salir pelos negros. Deberían hacer antes exámenes para ver si uno tiene problemas", fustigó una mujer en febrero del 2013, según detalló el rotativo. La afectada reclamó también que producto de aquello no pudo operarse unos lunares que pretendía remover.
Otras de las quejas apunta a la falta de protocolo en un gimnasio: "El profesor de baile Jason insiste en no respetar la lista de inscritas para la clase y no hay espacio para bailar. Se le ha sugerido en varias ocasiones, pero él insiste en que hay lugar. (...) Al parecer, es solo problema de él, que no respeta el protocolo como sí lo hacen otros profesores, como la de Spin Bike".
"El perro se portó súper mal y rompió una jaula plástica", fue el argumento que le entregó la dueña de una veterinaria a un cliente por no completar el servicio de peluquería a su mascota.
Según recoge el rotativo, el consumidor reclamó al organismo que su perro"Bano" quedó con el pelo disparejo, con peladuras y que además "no lo habían bañado ni cortado las uñas" cuando fue a buscarlo.
