Carlos Peña publicó este miércoles una extensa columna de opinión en El Mercurio, donde expuso las razones por las que, en su parecer, es inconveniente y nocivo penalizar el denominado "negacionismo" de las violaciones a los derechos humanos; tema que se discute por estos días en el Congreso Nacional.
El rector de la Universidad Diego Portales sostuvo que, "a primera vista, una regla como esa debiera ser celebrada", puesto qiue "todos quienes mediante diversos pretextos y argucias sugieren que esos crímenes debieron, después de todo, cometerse, tendrían que, una vez que la ley se apruebe, callar o afrontar la privación de su libertad".
Sin embargo, indica más adelante, "a pesar de las apariencias, una regla como esa no debiera ser aprobada", pues "si se hace callar de esa forma a quienes niegan las violaciones a los derechos humanos, no solo la libertad de expresión se vería amagada o inhibida, sino que también la propia causa de los derechos humanos aparecería perjudicada".
"El tabú impide el discernimiento"
Quien niega o relativiza la gravedad de los crímenes de lesa humanidad está "profundamente errado; pero en vez de hacerlo callar con la amenaza de la prisión, como lo sugiere este proyecto, es mejor refutarlo reverdeciendo (...) una y otra vez, las razones que hacen que las violaciones a los derechos humanos no puedan ser justificadas".
"Si el castigo del prohibicionismo fructificara, (...) entonces en la cultura pública se formaría un tabú que, al congelar el debate, impediría el discernimiento que permite condenar racionalmente esos crímenes", argumenta el abogado.
Según Peña, "la cultura de los derechos humanos (...) no se promueve mediante la prohibición, sino mediante un debate libre, abierto y vigoroso entregado al discernimiento racional de los ciudadanos".
El columnista finaliza señalando que "está muy bien castigar el discurso de odio (la acción comunicativa tendiente a derogar la condición humana de grupos o individuos, porque atenta contra la condición de posibilidad del debate democrático); pero no está bien castigar penalmente el negacionismo".
"Al hacerlo se lesiona la libertad de expresión, se impide el debate que reverdece las convicciones en materia de derechos humanos y se lesiona la libre investigación histórica, que es el esfuerzo infinito de la cultura humana por comprenderse a sí misma", concluye.
Diputados DC buscan sancionar negacionismo internacional
En paralelo, el diario La Tercera informa esta mañana que diputados de la DC pretenden reponer una indicación para sancionar la apología de crímenes de lesa humanidad cometidos tanto en Chile como en el extranjero.
"En materia de derechos humanos no se puede tener doble discurso. Por ende, si sancionamos a aquellos que justifican, niegan y promueven crímenes de lesa humanidad como los ocurridos con Pinochet, quienes lo hacen en estos tiempos con Nicolás Maduro en Venezuela o la dictadura cubana, deben tener las mismas penas", dijo Miguel Ángel Calisto.
"Ninguna dictadura es buena. También la libertad de expresión tiene límites y esos son los DD.HH.", agregó el diputado falangista, quien busca reunir firmas para reponer la indicación cuando el proyecto pase a la Sala para su votación.
La bancada DC aún no discute el tema de manera formal, pero ya hay voces de apoyo: "Simpatizo con esta indicación", dijo a La Tercera el jefe de la bancada DC, Matías Walker.
"Si finalmente se determina que hay que sancionar tanto la incitación al odio como el negacionismo respecto de violaciones a los derechos humanos, debiera alcanzar esa sanción a todos los crímenes de lesa humanidad que de manera objetiva hayan sancionado organismos internacionales como por ejemplo la Organización de Naciones Unidas (ONU) o la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), cualquiera sea el color político del dictador", agregó Walker.
