El mundo político lamentó el fallecimiento del denominado Quijote de la Justicia, el abogado y militante de la Democracia Cristiana, Andrés Aylwin, quien murió esta mañana a los 93 años en su casa.
El presidente de la Democracia Cristiana, Fuad Chahín, confirmó a El Diario de Cooperativa la muerte de Aylwin de quien aseguró que "tuvo una vida de testimonio, de humildad, de valentía, de lucha incansable por el ser humano".
"No solo dejó una huella imborrable en vida, sino que va a seguir siendo una luz, un testimonio, un ejemplo a seguir, sobre todo para las nuevas generaciones", agregó.
Luego, tras llegar hasta su casa ubicada en Providencia, Chahín agregó que "no solo la familia, no solo la Democracia Cristiana, sino que Chile debe estar profundamente agradecido de don Andrés, de su testimonio de vida, de su integridad, de su compromiso con la dignidad humana y de su valentía".
"En los momentos más oscuros de nuestro país, él fue una luz de esperanza, que acompañó a los que sufrían, y estoy seguro de que va a seguir siendo una luz, una luz que va a alumbrar el camino a las nuevas generaciones", agregó.
El diputado Matías Walker aseguró a través de redes sociales que fue "un gran chileno, demócrata y cristiano".
Desde el Partido Socialista también se mostraron condolencias. El diputado Marcelo Díaz manifestó su pesar por el fallecimiento y aseguró que su "recuerdo será un aliciente para construir una mejor democracia y un mejor país".
En tanto, también entregó condolencias a través de redes sociales, la presidenta de la Cámara de Diputados, Maya Fernández, y su par del Senado, Carlos Montes, quien aseguró que Aylwin fue un "gran parlamentario, con un compromiso inalterable con la democracia y un destacado defensor de los DDHH".
Desde el mundo de los derechos humanos también hubo reacción. El abogado Nelson Caucoto, aseguró que Andrés Aylwin "fue un demócrata ejemplar". "Que nos sirva de lección su pacifismo, su humanidad, su generosidad, su elocuencia", añadió en entrevista con El Diario de Cooperativa.
"Yo hace unas tres semanas me comuniqué con él por teléfono, nada hacía presagiar que podíamos llegar a este desenlace. Estaba muy triste, todavía conmovido por la muerte de su señora este año, su compañera de tantos años, la madre de sus hijos", explicó.
"Andrés es una figura insustituible, es un grande que se nos va y desde la mirada cristiana uno podría decir que fue un pedazo de Cristo viviendo en nuestro país, porque fue inmenso, un Quijote de la Justicia. Su propia figura física emulaba lo que era el Quijote de la Mancha. Un constructor de sociedad, un constructor de paz, de no violencia, y un constructor de aquello que nos hace falta a todos los chilenos, de amor", agregó Caucoto.