Decreto fue promulgado en plena dictadura militar.
Desde 1998, nunca más se volvió a aplicar.
El Gobierno anunció que pondrá urgencia a la moción parlamentaria que busca terminar con la Ley de Amnistía.
Este jueves, el Gobierno anunció que pondrá urgencia a la moción parlamentaria que busca terminar con la Ley de Amnistía aprobada en plena dictadura militar y que exime de responsabilidad a quienes cometieron abusos entre 1973 y 1978.
La iniciativa parlamentaria que deroga la Ley de Amnistía fue presentada por los senadores Juan Pablo Letelier (PS), Guido Girardi (PPD), Alejandro Navarro (MAS) y Mariano Ruiz-Esquide (DC) por lo que podría estar aprobada antes de fin de mes con la suma urgencia establecida por el Ejecutivo.
El Decreto Ley 2191 fue promulgado el 18 de abril de 1978 y publicado al día siguiente en el Diario Oficial y concede la amnistía "a todas las personas que, en calidad de autores, cómplices o encubridores hayan incurrido en hechos delictuosos, durante la vigencia de la situación de Estado de Sitio, comprendida entre el 11 de septiembre de 1973 y el 10 de marzo de 1978", siempre que no estuvieran procesadas o condenadas.
Asimismo, el artículo 2° del cuerpo legal establece la amnistía a las personas que a la fecha de vigencia del decreto "se encuentren condenadas por tribunales militares, con posterioridad al 11 de septiembre de 1973".
Además, precisaba una serie de delitos que quedarían excluidos de este indulto, como parricidio, infanticidio, elaboración o tráfico de estupefacientes, sustracción de menores de edad, robo con fuerza en las cosas, o con violencia o intimidación en las personas y corrupción de menores, entre otros.
Según organizaciones de derechos humanos, entre 500 y 1.000 personas se vieron favorecidas con esta Ley de Amnistía, que nunca más se aplicó a partir de 1998.
La ONU había solicitado a Chile que derogara la iniciativa, para que ningún crimen de lesa humanidad quedara impune y para que no hubiera espacio a la interpretación, ya que los familiares de detenidos desaparecidos consideraban su mera existencia como una afrenta.
