Hace un año, el 26 de noviembre de 2019, Fabiola Campillai fue impactada en el rostro, mientras esperaba locomoción para ir a su trabajo, por una bomba lacrimógena disparada por Carabineros.
La agresión le quitó la visión de ambos ojos, el sentido del gusto y del olfato, y dio origen a dolores que padece hasta la actualidad, y que obligaron incluso en septiembre último a su hospitalización de urgencia.
Fabiola Campillai es, junto a Gustavo Gatica, una de las víctimas de violación a los derechos humanos más emblemáticas de la crisis que se inició el 18 de octubre del año pasado, y durante esta jornada fueron numerosas las personas que, tanto a través de redes sociales como presencialmente, solidarizaron con ella.
La trabajadora recibió en su casa de San Bernardo al presidente del Colegio de Profesores, Mario Aguilar; y en horas de la tarde se realizó también una marcha convocada por organizaciones sociales que recorrió el centro de la comuna y se dirigió, asimismo, a su domicilio.
"Lucho día a día para que esto no sea tan pesado y para estar con mis hijos, porque amo la vida y quiero estar viva", dijo Fabiola ante las personas que se reunieron frente a su casa.
"(Quiero) darles las gracias a ustedes por seguir luchando y pedirles que sigan en esto, pero que se cuiden mucho", añadió.
Artistas como Ana Tijoux e Illapu, parlamentarios del Partido Comunista y el Frente Amplio, y organizaciones como Amnistía Internacional y la fundación Los Ojos de Chile se encargaron de recordar el drama injusto que vive Campillai hace un año, y clamar, precisamente, por justicia.
El caso tiene como imputado a Patricio Maturana, capitán de Carabineros dado de baja, a quien la Fiscalía le atribuye haber efectuado el disparo funesto "abusando de su cargo y con el propósito de proferir dolor".
El ex uniformado estuvo una semana en prisión preventiva y, desde inicios de septiembre, se encuentra con arresto domiciliario.
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