Vocero de la Corte Suprema dijo que no tenía opinión sobre la petición de los magistrados.
"No puedo decir que esté bien o esté mal", explicó.
El vocero de la Corte Suprema respondió a la solicitud de la Asociación Nacional de Magistrados.
El vocero de la Corte Suprema, Hugo Dolmestch, respondió a la petición de la Asociación Nacional de Magistrados que solicitó al máximo tribunal pedir perdón por omisiones impropias durante la dictadura y dijo que no siente que como persona "tenga que pedir perdón".
Para los magistrados, la Corte Suprema debería realizar el gesto, ya que fue el único organismo del Estado que no fue intervenido durante la dictadura.
"No tengo opinión, porque la Corte Suprema no conoce esto y como yo no puedo sacarme la chaqueta de vocero, esto es, representante de la Corte Suprema que no conoce de esto, no puedo decir que esté bien o esté mal", detalló Dolmestch.
El vocero del máximo tribunal agregó con ironía que "yo no siento como persona que tenga que pedir perdón, no he notado eso, no sé qué pasa en nuestro tiempo, serán los 40 años".
Perdón de los magistrados
Este miércoles, la Asociación Nacional de Magistrados dio a conocer una declaración pública en la que realizó un mea culpa y pidió perdón por el actuar de los jueces durante la dictadura y reconoció varios errores durante ese período, fundamentalmente por no proteger a quienes sufrieron la represión de los organismos del Estado.
El presidente del organismo, Rodrigo Cerda, señaló que esta iniciativa surgió "con la llegada de los 40 años del golpe militar se hace todo más sensible y, además, frente a la exhortación del Presidente de la República a que las instituciones y las personas o autoridades hagan un mea culpa y un gesto de perdón hacia la sociedad. Creo que era una deuda que teníamos con la sociedad".
En tanto, el abogado de derechos humanos, Héctor Salazar, valoró el mea culpa de los jueces porque "es bueno que jueces jóvenes, renovados, que no fueron los que estuvieron en la época de la dictadura asuman esta responsabilidad que otros no fueron capaces de asumir".
Salazar valoró que "lo hagan con la perspectiva de un pronunciamiento muy categórico, claro y definitivo de lo que nunca puede dejar de hacer un tribunal para proteger los derechos de las personas".
