Tras el regreso de cinco chilenos al país luego de ser adoptados de manera irregular por familias estadounidenses durante la dictadura de Augusto Pinochet, el presidente de la organización Connecting Roots, Juan Luis Insunza, detalló cómo llevan a cabo este proceso de reencuentro y reparación entre las víctimas y sus tutores biológicos.
"(Los afectados) crecieron sabiendo que eran adoptados y cuando llegaron a la edad suficiente, tuvieron a la vista sus papeles de adopción. Cuando éstos contienen los nombres de las mamás biológicas -aunque contengan mentiras de los motivos por los que fueron dados en adopción-, tendemos un camino que los lleva de vuelta a esa familia y podemos lograr el reencuentro", indicó Insunza.
En caso contrario, "hay que generar otros esfuerzos con el Registro Civil, siempre con las pruebas de ADN que son las que nos dan la certeza que estamos frente a una mamá y a un hijo porque, si los papeles contienen mentiras, los nombres también pueden serlo", puntualizó el dirigente.
En esta línea, desde Connecting Roots han confirmado que el procedimiento es muy riguroso, sin mantener algún tipo de contacto hasta que se tenga confirmado el ADN de los involucrados.
ADOPCIONES ILEGALES: PROBLEMÁTICA INVISIBLE
De acuerdo con el Poder Judicial, en Chile son más de 20 mil las adopciones de este tipo, ocurridas entre los años 1979 y 1989 y las cuales aún están bajo investigación. En ese sentido, 800 casos han logrado concluir en encuentros fructíferos con sus madres.
Muchos de estos casos ilegales corresponden a mujeres indígenas o de escasos recursos que fueron forzadas a entregar sus hijos, o se les mentía que habían muerto después de nacer; en tanto, el perfil de las adopciones se concentraba en mujeres adolescentes de escasos recursos y primerizas en situaciones vulnerables.
"Lo que funcionaba en EE.UU. eran agencias de adopción completamente legal. Los papás que querían acceder a esas adopciones lo que hacían era completar todos los pasos de una adopción normal", detalló Insunza.
"(Pero) lo que hacían (los responsables del delito) era cobrar y vender esos niños. Y estas familias no sabían que estaban causando este dolor que estaban comprando un niño, sino que ellos creían que estaban pagando por costos operacionales del proceso de adopción", agregó.
Por su parte, el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Luis Cordero, comentó que "el tema de las adopciones irregulares es una tragedia de este país que se viene sosteniendo de la década de los 60 en adelante".
"Las adopciones irregulares fueron producto de regulaciones flexibles, personas inescrupulosas, y esencialmente la gestión de un trágico en ocasiones de niños y niñas que resulta inaceptable", agregó el secretario de Estado.
"NO SABÍAMOS QUE SE HARÍA POSIBLE"
Una de las víctimas de estas adopciones fue Sean Ours, quien junto a su hermana nacieron en la década del 80, pero nunca conocieron a su madre hasta 38 años después: a ella se le informó que ambos niños habían muerto en el parto.
"Es triste saber que esto realmente haya ocurrido. Pero estamos contentos que Connecting Roots ha sido capaz de conectar y reunir familias como las nuestras. Simplemente deseamos que se despierte la curiosidad de la gente respecto a este tema; que lo puedan investigar y ver si esto puede ser una posibilidad para reunirse con sus familias", dijo Ours a la prensa.
"Es muy emocionante y estamos contentos que seamos parte de esto y que se esté convirtiendo en realidad algo que no sabíamos que se haría posible", añadió.
"Yo sabía que ellos habían fallecido en el parto. Cuando ya hicimos la primera videollamada yo sabía que estaban vivos. (Estoy) nodavía nerviosa y contenta. Me queda emoción. Vamos a ir a la casa y mañana vamos a la playa. Después vamos a salir a otro lado para que conozca un poco de Chile", narró la madre biológica de Sean.
"UN PESO GIGANTE DE TODA UNA VIDA"
Ben Frutcher, otro de los afectados, viajó el domingo junto a su papá adoptivo, quién le incentivó a buscar a su familia biológica.
"Me llamaron el año pasado para darme la noticia de que Ben nos estaba buscando a través de la fundación y fue emocionante", contó Vladirmir Figueroa, uno de sus hermanos.
"Es algo que me eriza la piel, un sentimiento que lo tenía oculto de chico. Que te llamen y te digan que tu hermano está vivo y te anda buscando es algo emocionante. Es sacarse un peso gigante de toda una vida", agregó.
Las cinco personas arribaron esta mañana al Aeropuerto de Santiago, desayunaron con sus familias biológicas e hicieron un paseo por el centro de Santiago y sus lugares emblemáticos, para luego volver rumbo a sus hogares en las regiones del país.