La Corte Suprema ratificó este viernes la ampliación del desafuero del diputado Rosauro Martínez.
De manera unánime, el pleno del máximo tribunal del país respaldó la resolución de la Corte de Apelaciones de Valdivia que estableció la existencia de antecedentes suficientes para que el ex oficial del Ejército enfrente cargos por los homicidios de los militantes del MIR René Bravo Aguilera, Julio Cesar Riffo Figueroa, Raúl Obregón Torres y Pedro Yáñez.
La abogada de los familiares de las víctimas, Magdalena Garcés, dijo confiar en que esta resolución permitirá extender el procesamiento del legislador RN -cuya militancia se encuentra congelada a raíz de las indagatorias judiciales- por estos delitos.
"Tenemos que revisar los antecedentes, porque, efectivamente, el fallo de desafuero tiene un estándar menor probatorio, pero nosotros creemos que hay elementos suficientes como para haber establecido la participación de Rosauro Martínez Labbé en estos ilícitos, en conjunto con personal de la CNI que opera en la zona", sostuvo Garcés.
En tanto, la hermana de uno de los miristas asesinados, Adela Bravo, recordó a su hermano asesinado y pidió que se haga justicia.
"Mi hermano era una excelente persona y lo único que quería era la igualdad de condiciones, por eso luchaba él. Fue terrible verlo (a Martínez) como diputado gobernando con todos los crímenes que hizo. ¿Cómo puede ser eso? Muy mal nos sentimos nosotros", aseguró la mujer.
Los antecedentes que pesan sobre el diputado
Martínez ya está desaforado y procesado por los homicidios de otros tres miembros del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) ocurridos en la zona de Neltume.
El MIR, que combatió con las armas contra dictadura, trató de organizar un frente guerrillero en la zona a comienzos de los años 80, pero fracasó a causa del crudo invierno andino y por la detección prematura de los combatientes, varios de ellos delatados por lugareños.
La dictadura de Pinochet envió a la zona militares y agentes de seguridad y Rosauro Martínez, con el grado de capitán, comandaba una patrulla cuyos integrantes mataron en septiembre de ese año a Próspero Guzmán, Patricio Calfuquir y José Monsalve, en lo que fue determinado como un falso enfrentamiento.