La Corte de Apelaciones de Santiago ratificó la condena de dos ex agentes de la dictadura militar por su responsabilidad en el homicidio calificado del dirigente y miembro de la Comisión Política del Partido Socialista (PS), Luis Eduardo Charme Barros, en 1976.
Según fuentes judiciales, en fallo unánime el tribunal de alzada sentenció a Orlando Altamirano Sanhueza a la pena de 10 años y un día de presidio por su responsabilidad como autor del homicidio, mientras el agente Guillermo Díaz Ramírez fue sentenciado a cinco años de cárcel.
Ambos condenados pertenecían a la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), creada por el régimen militar que asesinó y desapareció a miles de personas durante la dictadura cívico-militar de Augusto Pinochet.
Según el fallo, la investigación del ministro en visita Mario Carroza estableció que Charme, en la época en que ocurrieron estos hechos, vivía en la clandestinidad con el propósito de reconstruir el Partido Socialista.
Los antecedentes del crimen
El comunicado estableció que el día 14 de septiembre de 1976, mientras Charme Barros transitaba por Avenida La Paz con calle Olivos, en Santiago, para reunirse con otro militante del Partido Socialista, fue seguido por agentes de la Brigada Mehuín de la DINA, encargada de la investigación y represión del PS.
Los agentes advertidos de esta situación por una información proporcionada por otro militante del PS, Omar Cofré Pereira, quien en ese momento se encontraba retenido por la DINA y viajaba con ellos en uno de los vehículos para efectuar el reconocimiento de Barros, y así finalmente matarlo.
En la investigación del juez Carroza se estableció que una vez que yacía en la vía pública el cuerpo sin vida de la víctima, los agentes de la DINA, por instrucciones de sus superiores, lo suben al maletero de uno de los vehículos utilizados en el operativo y se retiran del lugar hacia el Cuartel Venecia.
En el aspecto civil, se condenó al Fisco y a los dos condenados a pagar una indemnización total de 120 millones de pesos a los familiares de la víctima.