El parlamentario, hijo de una víctima de la dictadura, sostuvo que ha habido "falta de voluntad política".
"No me pidan que abrace al asesino de mi padre", dijo en Cooperativa sobre la petición de perdón de Carlos Herrera.
El diputado Jiménez se mostró partidario de terminar con los privilegios en Punta Peuco, más que con su cierre.
El diputado del PPD Tucapel Jiménez acusó falta de voluntad para cerrar el penal de Punta Peuco, donde se encuentran cumpliendo condenas varios violadores de derechos humanos durante la dictadura cívico-militar.
En conversación con Lo que Queda del Día, el parlamentario también apuntó que no es necesariamente partidario de su cierre, ya que ese recinto podría servir para otros reos y afirmó que su mayor preocupación es que se terminen los privilegios que allí existen, considerando que el costo para el Estado por cada recluso del penal es de cinco a seis veces más que el de un reo de cualquier otra prisión.
"No ha existido la voluntad (para cerrar Punta Peuco) y a lo mejor lo que dijo el diputado Andrade tiene algo de razón, que se ha querido evitar un conflicto con las Fuerzas Armadas, conflicto que tampoco se entiende y no debiera existir", dijo el parlamentario.
"Sé que (en el Gobierno) se está estudiando algo, no sé cual va a ser la decisión final, pero puede ser que esa decisión esté asociada al fin de los privilegios y no al cierre de Punta Peuco, porque podría ampliarse, podríamos invertir ahí", indicó.
Fin de los privilegios
Además, abundó en lo referente al término de privilegios para los internos del recinto penal.
"Lo que la ciudadanía pide y lo que nosotros pedimos es que no haya privilegios, ha sido así con nosotros, con los políticos, con la autoridades, a la gente no le gustan los privilegios. Si terminamos con los privilegios dentro de Punta Peuco no habría porque cerrarlo", recalcó.
"A lo mejor para algunos cerrar Punta Peuco significa dar una señal simbólica, puede ser, pero entiendo que Chile no está en condición de perder una infraestructura como Punta Peuco, entonces debiéramos transformarla en una cárcel normal", agregó el diputado del PPD.
Asimismo, el parlamentario comentó un encuentro en el que participó junto a otros familiares de las víctimas de la dictadura y con familiares de violadores de derechos humanos.
"No me podía negar a asistir a un acto que era para rezar por Chile, por la paz y nunca he puesto problemas de compartir con familiares de victimarios, porque entiendo que también son víctimas de todo lo que ha ocurrido en este país, con diferentes dolores, se los dije ahí porque hice uso de la palabra, les hablé de verdad y justicia, que era el único camino para el reencuentro", aseveró.
"No me pidan que abrace al asesino de mi padre"
Además, el diputado se refirió a la solicitud de perdón que hizo el asesino de su padre homónimo, Carlos Álvarez, quien públicamente pidió perdón y a través de un sacerdote pidió darle un abrazo.
"Carlos Herrera Jiménez, que está en Punta Peuco hoy día, no es primera vez que lo hace. Lo hizo públicamente hace unos años atrás que nos pidió perdón a través de un programa de televisión, yo estaba en el estudio, lo ha hecho públicamente, ha demostrado arrepentimiento, ha cooperado con la justicia", manifestó.
"Yo también fui sincero con las personas que estaban ahí, le dí el abrazo al sacerdote, pero no me pidan que abrace al asesino de mi padre. Eso no significa que tenga odio en mi corazón, estoy completamente tranquilo, pero no me pidan más de lo que puedo dar, no voy a ir nunca a abrazar al asesino de mi padre, así que lo dejé claro", concluyó.
