La Corte Suprema de Chile condenó este miércoles a 11 soldados como autores del asesinato de 38 campesinos durante la dictadura militar de Augusto Pinochet, un fallo que cierra uno de los capítulos más negros y emblemáticos del régimen.
"Mañana habrá un día más luminoso para los familiares de las víctimas de (la localidad de) Paine, un día plagado de nuevas sensaciones y esperanzas", señaló el abogado querellante y representante de familiares de 37 de las víctimas, Nelson Caucoto.
"El máximo tribunal de la República ha dictado sentencia definitiva sobre una masacre ocurrida hace 49 años en esa localidad rural. Se ha logrado vencer la impunidad, la indolencia y la barbaridad", agregó.
La Segunda Sala del máximo tribunal chileno recalificó, además, los delitos en relación con el fallo de segunda instancia, elevándolos de secuestro calificado a homicidio calificado, decisión que permitió que la Corte Suprema aumentara también la pena, a 20 años de presidio mayor, al capitán Jorge Romero y al subteniente Arturo Fernández.
La ministra de Justicia, Marcela Ríos, señaló que "se trata de un fallo que aporta en verdad y justicia, pero también en reconocimiento de todos los años de trabajo y lucha que han llevado las organizaciones".
"Estamos muy emocionados por esta noticia, ha sido un camino largo y doloroso. Hemos esperado y luchado muchos años para que los asesinos de nuestra familia cumplieran una condena", puntualizó Flor Lazo, presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos y Ejecutados Políticos de Paine.
Los jueces reconocieron, no obstante, la colaboración en las investigaciones, que ayudó a identificar a las víctimas, y les aplicó por ello un atenuante especial.
El proceso estableció que en el contexto del golpe militar del 11 de septiembre de 1973, soldados de la Segunda Compañía de Fusileros de la Escuela de Infantería de San Bernardo detuvieron de forma indiscriminada a decenas de campesinos.
Los militares los trasladaron después en camión hasta una quebrada cercana, donde los ejecutaron, disparándoles con las armas de fuego que portaban.
Sus osamentas fueron encontradas tiempo después por sus propios familiares, trasladadas de manera desordenada por unidades de Carabineros y depositadas en el Servicio Médico Legal (SML), lugar donde permanecieron durante 20 años arrumados en una bodega sin ser examinados para su identificación hasta la pasada década de los 90.
Según datos oficiales, durante la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-1990), alrededor de 3.200 opositores murieron a manos de agentes del Estado, de los que 1.192 figuran aún como detenidos desaparecidos, mientras otros 40.000 fueron torturados y encarcelados por causas políticas.
El fallo de la Corte Suprema que condenó a 11 soldados por la masacre de Paine by Cooperativa.cl on Scribd