Ernesto Lejderman, el hijo de una pareja que fue asesinada por una patrulla militar en diciembre de 1973 en el Valle del Elqui, se enfrentó cara a cara con el ex comandante en jefe del Ejército y actual director del consejo directivo del Servel, Juan Emilio Cheyre, quien lo entregó cuando era un bebé a un convento en La Serena.
Ambos protagonistas de este caso participaron en el programa "El Informante" de TVN, donde Lejderman reiteró que no guarda sentimientos de rencor y que espera que nadie sufra como lo que le tocó vivir a sus padres.
"Estoy aquí por dos personas, Bernardo (Lejderman, argentino) y María (Avalos, mexicana), que ya no están, que son mi papá y mi mamá. Estoy aquí por su memoria, porque sigo planteando que tiene que haber justicia, todavía no la hay. No le deseo ni a Cheyre ni a ningún militar genocidas ni a nadie lo que mis padres vivieron, tampoco lo que viví yo al tener que presenciar el crimen de mi papá y mi mamá", afirmó.
Cheyre: "No sé más"
Durante este cara a cara el ciudadano argentino le preguntó directamente a Emilio Cheyre por qué no entregó mayores datos sobre el citado caso. El ex comandante en jefe indicó que dijo todo lo que sabía.
"El compromiso con la verdad que asumí como comandante en jefe fue integral, si hubiese sabido algo más en relación al caso de Ernesto lo hubiera dicho. No sé más que lo que dije en tribunales", aseveró Cheyre.
En la ocasión Lejderman cuestionó las versiones militares sobre la muerte de sus padres y fustigó al actual directivo del Servel por no reunirse con él cuando se lo pidió en 2004.
"En 2004 le emití una carta pública a Emilio Cheyre para que dijera lo que sabía, él era ayudante del jefe del Regimiento Arica, le planteó por qué no cuenta a la justicia y a la sociedad chilena todo lo que pasó. Recién en 2009 cuando termina el juicio accede a una reunión, pero yo creo que el señor Cheyre está dando la cara porque la sociedad chilena está pidiendo una respuesta no sólo yo", indicó.
El general (r) respondió que de esa carta "no tengo conocimiento ni noción, yo contribuí todas las veces que fue necesario y dije toda mi verdad en los tribunales" .
"Hay un asunto humano, de pena, de dolor causado que me hace estar aquí, Nunca rehuí ningún contacto ni dar la cara ante nadie. No estoy aquí porque lo demanda la sociedad", añadió.
Lejderman: "Rompan los pactos de silencio"
Juan Emilio Cheyre, quien reconoció que no leyó el informe Rettig (elaborado en 1991) hasta 1998, dijo sentir "dolor" por este caso y ser víctima de una "mentira", respecto a la versión oficial del Ejército en este caso y que nunca la cuestionó "porque no tuve ningún antecedente para dudar".
"Lo invito a que rompa los pactos de silencio y cuente donde están los cuerpos de los detenidos desaparecidos, qué pasó con mi papá y mi mamá. Lo invitó a que le dé contenido a sus palabras", concluyó Lejderman.
"Con respecto a este tema no le puedo aportar más porque no sé más y si supiera una palabra más la diría", finalizó el ex comandante en jefe del Ejército.