La psicóloga Elizabeth Lira, que integró la Comisión de Prisión Política y Tortura (Valech I), alertó en Cooperativa que representa "un riesgo" para la sociedad que una parte de ésta aborde los crímenes de la dictadura de Augusto Pinochet como asuntos del pasado y que no tienen relevancia en el Chile actual.
En entrevista con Lo Que Queda del Día, la psicóloga experta en derechos humanos valoró que el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, que se conmemora cada 30 agosto desde el 2011, "es un día universal, porque lamentablemente hay desaparecidos en muchos países del mundo, y esta fecha une a todas las agrupaciones de familiares de las víctimas".
En Chile, las nóminas oficiales más recientes han cifrado en 1.469 los detenidos desaparecidos durante los 17 años de la dictadura de Pinochet (1973-1990): de ellos, 307 cuerpos han sido encontrados en distintos momentos históricos, incluyendo "15 cuerpos en los hornos de cal de Lonquén", recordó Lira.
Sobre la necesidad de memoria, la Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales 2017 cree que "para buena parte de la sociedad es un tema que no tiene actualidad y no está en su preocupación".
"Para mucha gente es un tema muy del pasado", lamentó, alertando que "eso es un riesgo, porque las condiciones para que un país viva en paz y estos hechos no se repitan, dependen de que la gente sepa cuáles son los límites que la sociedad debe respetar y cuáles son los horrores que debe rechazar y condenar".
"Y haber hecho desaparecer niños, adolescentes, hombres y mujeres embarazadas, es muy horrible como práctica represiva. Esa gente tenía derecho a un juicio justo (...) muchos de ellos fueron torturados hasta la muerte y después sus cuerpos fueron hechos desaparecer", y por eso la desaparición forzada ha sido calificada como "un delito contra la humanidad, (porque) contradice la dignidad más básica de la vida humana y de la convivencia".
"EL RÉGIMEN CONSTRUYÓ MENTIRAS ENORMES PARA CULPAR A LAS VÍCTIMAS"
Entre "las peores cosas" mediáticas que ejecutó la dictadura se encuentra, por ejemplo: "Entregar en Naciones Unidas una lista de personas, que en su mayoría estaban desaparecidas, como personas que no tenían existencia legal, entre ellas miembros de la familia Maureira que después fueron encontrados en los hornos de Lonquén; y la otra, la operación periodística de los 199 (Operación Colombo) en 1975", detalló Lira.
"Es muy fuerte darse cuenta de que la autoridad no sólo hizo desaparecer personas, sino que además construyó mentiras enormes para tratar de convencer a la opinión pública de que el problema lo tenían las víctimas, que ellos no existían o se habían enfrentado y asesinado entre ellos (...) Es lo más bajo que puede hacer un Gobierno", sostuvo.
Por ello, "como sociedad todos tenemos el deber de construir una coexistencia en paz para nosotros, nuestros hijos y nuestros nietos", y para eso "hay que asegurar que estas situaciones no se repitan, y el Estado y la sociedad les deben reparación a las víctimas".
"Cada familia tiene derecho a enterrar a sus muertos o saber qué pasó con ellos", sentenció Lira.
