Que a los militares condenados por violaciones a derechos humanos se les trate como a civiles, sin honores. Eso es lo que busca el proyecto que fue impulsado en 2010 por el diputado DC Gabriel Ascencio, que busca modificar el Código de Justicia Militar para castigar a aquellos que comentan crímenes de lesa humanidad.
La iniciativa se reactivó luego de que la semana pasada, en el marco de la conmemoración de los 40 años del golpe militar, el ex jefe de la DINA, Manuel Contreras, diera una serie de entrevistas desde el Penal Cordillera, donde cumple su condena.
Por esto, la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos, junto a la Fundación Víctor Jara, pidieron que se apruebe este proyecto e iniciaron una campaña en la que llamaron a las Fuerzas Armadas y al Ejecutivo a que realicen un gesto, para que también se degrade a aquellos que ya tienen sus condenas ejecutoriadas.
La presidenta de la agrupación, Alicia Lira, señaló que "pensamos y queremos una verdadera justicia para llegar a una democracia igualitaria y plena. Eso no se va a llevar a cabo mientras no se sancione, no se degrade a aquellos militares como Arellano Stark, a Krassnoff, Manuel Contreras".
Mientras que la viuda de Víctor Jara, Joan Jara, declaró que es "absolutamente inaudito que una persona que ha sido condenada por crímenes de lesa humanidad tenga libre acceso a hacer declaraciones a la prensa. Eso no pasa en otros países".
¿En qué consiste la degradación?
Los diputados Gabriel Ascencio (DC) y Tucapel Jiménez (PPD), integrantes de la Comisión de Derechos Humanos, explicaron en qué consiste la degradación de los condenados por este tipo de crímenes.
"La degradación fundamentalmente consiste en que tú lo privas del grado, cualquiera que éste haya sido, se lo quitas y también lo privas del derecho de usar uniforme, insignias, condecoraciones, las medallas", detalló Ascencio.
Jiménez señaló que "resulta hoy inconcebible que, después de todo lo que hemos visto a 40 años del golpe; en la última entrevista al criminal Manuel Contreras; el gendarme, que más que gendarme parecía el mozo de él -todos vimos cómo le pasaba el bastón y faltó que le trajera el café- que sigan cuadrándose con estos criminales".
El proyecto de ley se encuentra actualmente en la Comisión de DD.HH. de la Cámara. Sus impulsores esperan que su tramitación se agilice en los próximos días.