El Consejo Regional del Maule aprobó 416 millones 804 mil pesos para la compra de un terreno y el posterior diseño que permita construir –con otros recursos- un memorial a los derechos humanos en Talca.
El terreno en cuestión está emplazado en calle 4 Oriente, donde entre 1981 y 1989 la Central Nacional de Informaciones montó un centro de torturas y desaparición forzada de opositores a la dictadura de Augusto Pinochet.
El presidente de la agrupación de ex presos políticos, Luis Jaque, valoró que de esta manera se hace "la diferencia entre el ayer y el hoy. Hoy día podemos soñar, gracias a esta reparación, en construir lo que efectivamente queremos, hacer memoria histórica para las futuras generaciones para que nunca más estos hechos ocurran en Chile".
Agregó que hasta la actualidad no existen mayores antecedentes sobre cuántas personas pasaron por el centro.
El concejal comunista Sixto González consideró "extraordinaria la actitud que tuvo el Consejo Regional en pleno", incluyendo a los consejeros de derecha. "Se hizo un acto de justicia y donde claramente los consejeros miraron más hacia el futuro y dejaron de lado algunas diferencias políticas", destacó.
Detalles del memorial
El terreno fue abandonado tras el regreso al democracia, en 1990, y luego del terremoto de 2010 el antiguo inmueble ahí emplazado colapsó. Tras eso, agrupaciones de derechos humanos iniciaron una larga lucha para instalar un espacio de reflexión.
El seremi de Bienes Nacionales, Carlos Soto, hizo un llamado a que "tiene que haber organismos competentes que sean capaces de diseñar y expresar de manera arquitectónica y con la sensibilidad del caso o que ahí sucedió, por eso se llama un sitio de memoria".
"Por lo tanto, estos recursos van a significar comprar el terreno y diseñar el proyecto, y luego habrá que trabajar para la ejecución del mismo que también será con (otros) recursos del Consejo Regional", explicó la autoridad.
El proyecto consiste en un memorial a modo de un parque abierto a la comunidad, más una edificación en una superficie total de 832 metros cuadrados. La idea es mantener todos los elementos del lugar que se puedan preservar y recuperar el inmueble colapsado, para finalmente entregar la obra una corporación de derechos humanos de la ciudad.