La Comisión de Derechos Humanos del Senado aprobó este lunes la indicación de la senadora Adriana Muñoz (PPD) que prohíbe, a todo evento, las "terapias de conversión" de orientaciones sexuales o identidades de género, en el marco de las modificaciones a la Ley 20.609, que establece medidas contra la discriminación y que se conoce como "Ley Zamudio".
Lo anterior luego de que en el debate del proyecto, el pasado 14 de septiembre la subsecretaria de Derechos Humanos, Lorena Recabarren, solicitara una modificación en la redacción del texto que veta este tipo de procedimientos, señalando que la prohibición "podría incluso aplicarse a casos en que pudiera existir la anuencia de la persona".
"El Estado de Chile siempre ha señalado que se opone a las terapias de conversión. Pero la forma que está redactada (la indicación) está en términos absolutos, es decir se podría aplicar a casos donde se podrían contar con la anuencia de una persona que quisiera tratarse, y ahí estamos en un problema", afirmó la subsecretaria en la sesión de hace una semana.
Los dichos de Recabarren generaron una ola de críticas de organizaciones que agrupan a las minorías sexuales en el país como el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) -que calificó de "abominable y totalmente contraria a la dignidad humana" la exposición de la funcionaria- y la Fundación Iguales -que indicó que las "terapias" correctivas "equivalen a actos de tortura y son una de las formas más atroces de materializar el odio y la discriminación contra las comunidades LGBTIQ+"-.
A una semana de la controversia, la funcionaria de Gobierno participó la tarde de este lunes de la sesión de la Comisión de Derechos Humanos del Senado que aprobó la indicación y aseguró que sus palabras fueron malentendidas.
"Quiero lamentar profundamente que mi intervención haya generado un malentendido. En especial lo lamento porque esa interpretación que se dio a mis palabras provocó que algunas personas se sintieran ofendidas y heridas", dijo Recabarren ante los senadores.
Añadió que "la interpretación que se dio a mis palabras no se condice con mis convicciones, con mis pensamientos, con mis intenciones, ni tampoco con las convicciones que este Gobierno tiene".
"Reitero que el Gobierno se opone, sin matices, a cualquier práctica que atente contra la dignidad de las personas, ya sea por su identidad, su expresión de género o su orientación sexual", concluyó la intervención de la funcionaria.
La Fundación Iguales, mediante una declaración en Twitter, celebró la aprobación de la indicación que prohíbe "las mal llamadas terapias de conversión", afirmando que "no hay nada que corregir".