Las plantaciones de monocultivos han sido apuntadas como uno de los factores que incrementan el riesgo de incendios forestales en el país, algo que la alcaldesa de Santa Juana (Biobío), Ana Albornoz, deslizó cuando inició el siniestro en su comuna.
El Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)2 publicó en 2020 el informe "Incendios en Chile: causas, impactos y resiliencia", en el cual se menciona que el riesgo de siniestros es "particularmente elevado en las zonas costeras de las regiones del Maule, Ñuble y Biobío, donde las sequías son severas, el impacto humano es elevado y las plantaciones forestales son especialmente extensas".
Además, se destaca que el riesgo de incendios se concentra en mayor proporción en los "paisajes dominados por plantaciones forestales y, en menor grado, en aquellos dominados por bosque nativo. Cuando la proporción de bosque nativo es menor a un 50% en el paisaje, se observa una mayor ocurrencia de incendios". lo que coincide con la situación actual: la Región del Biobío tiene un 39,2% de bosque nativo y un 57,4% de plantación forestal, mientras que el Ñuble tiene un 38,4% y un 59%, respectivamente.
En conversación con Cooperativa, el alcalde de Purén (La Araucanía), Jorge Rivera, en cuya comuna hay 562 hectáreas quemadas preliminarmente, señaló que en comunas rurales los monocultivos "llegan a los pies de los sectores poblados -con pino y eucalipto-, entonces eso complejizó mucho más todavía" el combate del fuego durante el fin de semana.
El jefe comunal declaró que "no soy antiempresas, de ninguna manera, yo creo que una empresa en este país es muy necesaria para el desarrollo y puede ser muy legítimo, sin embargo, quiero hacer un llamado al Presidente para que esto sea regulado a través de leyes".
"Ojalá que la empresa, que su interés puede ser muy legítimo, que no se transforme en ese monstruo grande que pisa fuerte, que es avasallador, que le pone el pie encima a los legítimos intereses de personas, de donde el bien común, donde la persona humana sea el centro de la atención y del desarrollo en un país y no solamente el legítimo interés económico pueda anteponerse ante el bien común", añadió.
En la misma línea, el ministro de Desarrollo Social, Giorgio Jackson, dijo en Cooperativa que "la cercanía a las viviendas con las plantaciones forestales tan cerca impiden, por ejemplo, que los caminos actúen como cortafuegos, porque la idea de los caminos es que además de cumplir su rol de conexión, también puedan impedir que el fuego se traslade de un lugar a otro y así sirvan como cortafuegos".
"Creo que hay una discusión nacional en torno a cómo generamos una planificación territorial que permite mitigar los riesgos asociados a los incendios y además una concientización cada vez grande que tiene que haber con sanciones muy severas a las personas que generen una situación de incendio, ya sea voluntaria o involuntariamente", aseguró.
De acuerdo a Corporación Nacional Forestal (Conaf), los principales tipos de vegetación quemados en la temporada del 2016-2017 fueron las plantaciones forestales (63% del total), matorrales (16%) y bosque nativo (13%), mientras que el 8% corresponde a pastizales y otras superficies. Cabe señalar que el 2018, se aprobó el Plan Específico de Emergencia por Variable de Riesgo de Incendios Forestales, y el 2022 se promulgó la Ley Marco de Cambio Climático (Ley 21455), la cual en su artículo 5 menciona que no se incentivará la plantación de monocultivos forestales.
