En conversación con El Diario de Cooperativa, Rolando Pardo, jefe nacional de Prevención de Incendios de la Corporación Nacional Forestal (Conaf), entregó recomendaciones para los habitantes de sectores de riesgo, ya sea periurbanos o rurales.
"Si hay una infraestructura inserta dentro de la vegetación, tiene que existir un distanciamiento desde la vegetación hasta la casa. El fuego se propaga por tres maneras principalmente: la conducción, la radiación (fuego para todos los lados) y la convección, que es el fuego hacia arriba, que es el que se va en la columna de humo. Si nosotros tenemos la vegetación a una distancia suficiente de nuestras habitaciones, de nuestro conjunto habitacional, el fuego no le va a afectar", explicó Pardo.
"De ahí viene", explicó, "el concepto básico que deberíamos establecer: cortafuegos, que es la eliminación de vegetación a una distancia variable" y que, "si es pastizal, con dos o tres metros es suficiente; si es matorral, la distancia hay que aumentarla; y si es arbolado, la distancia tiene que ser alrededor de la altura de la vegetación".
El jefe nacional también precisó el peligro de las pavesas, que "caen sobre nuestras infraestructuras habitacionales, por lo tanto, si no tenemos nuestra casa preparada para esta condición, se nos va a quemar, no por el fuego directo, sino por las partículas que saltan o caen a gran distancia".
"En ese contexto tenemos que tener al menos tres factores bien identificados: que el techo de la casa sea de material que no sea inflamable", "que en las canaletas de las casas no exista acumulación de hojas, ramas secas, que se juntaron durante el invierno; las ventilaciones, ventanas, puertas, por donde respira nuestra casa, debería tener cierto grado de protección", sostuvo.
En el caso de los las casas que cuentan ya con techo con material inflamable, recomendó hacer algunos arreglos con revestimiento de arcilla y zinc, que "es uno de los materiales más baratos y que no combustiona".