La empresa aeronáutica Parragué, dueña del avión anfibio Catalina-Canso N° 32, descartó este miércoles que la nave entre en operaciones todavía para combatir los incendios forestales, puesto que falta que terminen los trásmites correspondientes.
El "Catalina", el último hidroavión que va quedando en Sudamérica, es un avión "bombero" con capacidad de reabastecimiento en lagos, ríos, y en el mar, que puede llevar 21 pasajeros en interior y lanzar 4.500 litros de agua.
En conversación con Cooperativa, Gonzalo Parragué, dueño de la empresa, confirmó que el avión no despegará aún de la losa del Aeropuerto Arturo Merino Benitez de Pudahuel porque se requieren "trámites burocráticos" que lo autoricen desde las instituciones correspondientes, como la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), aunque "todo es muy expedito", recalcó.
Los trámites y procedimientos que debe pasar el avión anfibio, que por más de una década no ha sido utilizado en el combate de incendios sino más bien para uso privado, se deben llevar a cabo para traer, entre otros detalles, los pilotos correspondientes.
Además, Parragué descartó de raíz que el avión necesite reparaciones y aseguró que no hay una fecha aproximada para su implementación.
No obstante, desde su página oficial en Facebook, la empresa expresó que el Catalina-Canso N° 32 "se encuentra en fase de restauración".
Hasta el momento, 59 siniestros han sido controlados y 83 se encuentran en combate, además de nueve incendios que fueron extinguidos durante la jornada del martes.