La ministra de Agricultura, María Emilia Undurraga, indicó que desde el Gobierno revisan "caso a caso" la pertinencia de decretar a zonas en emergencia agrícola, en medio de la escasez hídrica que las autoridades reconocen que afecta a gran parte del país.
A la fecha, las regiones entre Atacama y el Maule registran entre un 60 y un 80 por ciento de déficit de de agua, algo que se suma a las alzas en las temperaturas, la baja acumulación de nieve y menores caudales.
"No nos cansamos de repetir: la agricultura no usa el agua para sí, sino que utiliza el agua para transformarla en los alimentos para todas las familias", recordó la secretaria de Estado, apuntando que sólo en este año, "cerca de 30 comunas están declaradas ya bajo emergencia agrícola por déficit hídrico, lo que permite una acción más rápida y oportuna con los distintos instrumentos".
"Desde el Ministerio estamos evaluando caso a caso estas medidas, porque los territorios son distintos, se requiere un proceso coordinado, y tenemos que llegar con ayudas pertinentes de manera oportuna a cada uno de esos actores", explicó.
En el Biobío, el presidente de la Sociedad Agrícola de esa región, José Miguel Stegmeier, apuntó que "los ríos están ahora en pleno invierno muy bajos, eso significa que hay muy poca agua fluyendo desde la cordillera, y además, el déficit de nieve este año es altísimo, de por lo menos 75 por ciento, y eso hace que de alguna manera veamos con bastante aprensión la siguiente temporada de riego".
"Esperamos que agosto y septiembre traigan un poquitito más de lluvia y nieve", añadió el empresario, por cuanto "del 100 por ciento que es el promedio habitual que cae históricamente, estamos con un 25 por ciento apenas".
ACADÉMICA ABOGA POR UNA GESTIÓN PREVENTIVA DE LA EMERGENCIA
Pilar Moraga, investigadora del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia de la U. de Chile, señaló en Hablando De... en Cooperativa que la idea es que la crisis climática en general se aborde con "soluciones integradas; que desde la forma en que tomamos decisiones, a quiénes involucramos, cómo nos relacionamos con el territorio, (contemplen) esta necesidad de considerarlo de una manera integrada".
"No podemos seguir teniendo la gestión del agua separada del suelo, del aire, de la prevención de incendios. No podemos seguir teniendo una gestión ex post, con esta mentalidad de los terremotos (...) Entonces esta mirada de prevención, de asumir que vivimos en una sociedad con riesgos, y de asumir esos riesgos como parte de la toma de decisiones, es un elemento fundamental", enfatizó la académica.