Los universitarios, que accedieron a dejar el recinto tras un acuerdo con la rectoría, aclararon que este paso no significa el fin de las movilizaciones en contra del la Ley de Financiamiento Estudiantil.
Los estudiantes que mantenían tomada, desde hace 28 días, la casa central de la Universidad de Chile acordaron deponer la medida de presión tras alcanzar un acuerdo con la rectoría destinado a abrir, al interior de la institución, un espacio "triestamental" para discutir sobre políticas de financiamiento de la educación superior.
El presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECh), Felipe Melo, aclaró que el convenio sólo contempla el levantamiento de la toma y no es el fin de las movilizaciones.
"Hemos logrado que se abra un espacio al interior de la Universidad de Chile, triestamental, para discutir precisamente las políticas de financiamiento de la educación superior. Por lo tanto, hemos considerado que el acuerdo es aceptable y las movilizaciones siguen pero la toma de la casa central se depone", dijo.
"Ese es el acuerdo de la federación. Vamos a seguir con las presiones, entendemos que (en) los grandes problemas están en contra el Gobierno, están en contra los parlamentarios de este país, y no (están en) contra la comunidad universitaria y las autoridades de la Universidad de Chile", añadió.
Tras lograr el acuerdo, la vicerrectora de Asuntos Académicos de la institución, Cecilia Sepúlveda, señaló que "así, a primera vista, no se observan daños ni destrozos" en la casa central.
El propio Felipe Melo junto a personal de la Controlaría de la Universidad de Chile se abocaron a revisar el lugar para verificar el estado del mobiliario.
