El ministro de Educación, Nicolás Cataldo, asume que aún quedan varias tareas pendientes para responder a las demandas sociales entorno a la educación en el país aunque subraya que uno "muy importante" ya está dado: acabar "con el lucro y el copago" que hay "entorno a lo público".
En una entrevista con EFE en Madrid, donde se encuentra para participar en unas jornadas de liderazgo educativo de la Organización de Estados Iberoamericanos y la Fundación Varkey, el titular chileno repasa sus cinco meses al frente de Educación y sus grandes retos.
El titular reconoce que en su cartera han estado "muy tensionados por la aplicación de reformas muy estructurales que se iniciaron a fines de 2017", sobre todo alrededor de la Ley de Educación Pública que, entre otros asuntos, devolverá la competencia al Estado después de que la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) se la otorgara a los municipios.
Pese a las grandes transformaciones que Cataldo (ex líder estudiantil al igual que Boric) quiere llevar a cabo, asegura que "Chile tiene un sistema mixto" que el Gobierno "no quiere alterar" ya que "la labor que cumplen algunos centros privados en colaboración con el Estado es fundamental".
Aun así, precisa que el país necesita "abastecer a la educación pública" ya que es la "única forma de asegurar el derecho a la educación" con "criterios de inclusión, democratización y acceso igualitario".
Por ello, insiste en que el Estado debe trabajar para "terminar con el lucro, la selección (de alumnos) y el copago" dentro de la educación: "terminar con el mercado lucrativo construido entorno a lo público, es algo complejo, superar ese modelo más orientado al mercado y poder destinarlo a los procesos y no a la rentabilidad de los dueños de las escuelas o las universidades".
CONVIVENCIA DE SISTEMAS
Cataldo explica que la revitalización del sistema educativo público frente al privado está "en proceso de construcción" en el país y reivindica esta opción para que los "sectores populares que antes no podían acceder" a ciertos empleos por falta de estudios, logren hacerlo a partir de ahora.
"Son puesto que históricamente no estaban para sus familias. La cantidad de estudiantes que han accedido (en los últimos años) a la universidad como primera generación es muy elevada y eso nos abre un camino de oportunidades en nuestro país", manifiesta.
Firme defensor del sistema público, reconoce la labor de instituciones privadas "con vocación" por la enseñanza y también las religiosas, con las que espera seguir trabajando para mejorar el desarrollo de los chilenos.
"En Chile le damos mucho valor a proyectos educativos diversos, que convivan en un sistema que tenga reglas comunes, que garantice el acceso a la educación, desde ahí se puede entender la coexistencia de lo público y lo privado, sin que compitan, el problema que es que se les hizo competir y eso hizo que se debilitara lo público", añade.
TAREAS PENDIENTES
Entre las tareas pendientes destaca lograr "transitar a un nuevo modelo de gestión" en el sistema público para que el Estado asuma de nuevo las competencias así como "cambiar el sistema de financiamiento en la educación escolar", algo "inevitable", a su juicio.
"El sistema está en crisis y hay una evaluación transversal en los partidos de que es importante cambiar el modo de financiar la educación. Era un debate vetado y hoy hay un espacio, hay que aprovecharlo. Si lo logramos, cerramos un círculo de una serie de reformas que van a tener un robustecimiento de lo público en colaboración siempre con lo privado", enfatiza.
Por último, Catalda considera que la importancia que dan las sociedades a la Educación "es relativa" dado que "siempre puede ser mayor": "es un derecho habilitante, si no se asegura este derecho, es mas difícil acceder a otro".