La presidenta del Colegio de Matronas de Chile, Anita Román, indicó que en vez de criticar el Manual de Sexualidad, que ha causado polémica en los últimos días, hay que "agradecerlo y aplaudirlo".
En conversación con El Diario de Cooperativa, Román señaló que "hay que aplaudir la iniciativa. Poner en el papel la necesidad de demostrar que los niños sí hablan sobre sexualidad, es muy importante".
Agregó que el texto "pone al descubierto una arista que la sociedad chilena no quiere visualizar (...) El despertar sexual tiene un promedio de inicio a los 13 o 14 años y eso la sociedad no puede obviarlo".
"El libro refleja lo que los niños piensan de la sexualidad. Son preguntas hechas por niños y hay muchas que tienen un calibre que hacen dimensionar la falta de educación sexual", aseguró la presidenta del gremio.
"La educación sexual es un debe enorme del ministerio de educación y no puede partir de los 10 años, debiera partir de la edad incluso del playgroup, porque eso permitiría que los niños vean la sexualidad como una normalidad (...) y que desde muy pequeñitos tengan plena conciencia de qué es delito a sus cuerpos".
Sobre las múltiples críticas provenientes de expertos y políticos, aseguró que "para mi la única aberración sexual criticable y punible es la violación y abuso sexual, lo demás es privado. Tú no puedes prohibir nada, cada persona vive su sexualidad como quiera".
"Tenemos que pretender una sexualidad responsable (...) Y no es solo evitar hijos, sino también enfermedades de transmisión sexual", aseguró.
Frente la pregunta que ha generado mayor polémica, si es que una niña de 6 o 8 años puede quedar embarazada, Román indicó que "la respuesta se hace de forma técnica, sin dimensionar que probablemente una niña que haga una pregunta de este tipo no siempre puede ser una curiosidad, sino una vivencia".
"Nadie a los 6 o 7 años puede tener concientemente relaciones sexuales y habría que hacer una aclaración ahí", añadió.
La única observación que hace la presidenta del Colegio de Matronas al Manual de Sexualidad es que, antes de sacar el libro, el municipio debió hablar con el ministerio de Salud.
