La Corporación de Padres y Apoderados del Instituto Nacional realizó una fuerte crítica a las autoridades comunales tras los hechos de violencia ocurridos en su interior en las últimas jornadas.
A través de un comunicado, sostuvieron que "solidarizamos desde lo más profundo con nuestros profesores y asistentes de la educación que vivieron horas de angustia, y que enfrentan con entereza y optimismo estas tristes circunstancias. Agradecemos a los buenos profesores, aquellos que guían por el camino recto, que enseñan el respeto por el otro, que promueven valores, aquellos que enseñan que con trabajo todo se logra, aquellos que protegen a sus alumnos aún a riesgo de su propia integridad".
"Condenamos el proceder del sostenedor y su equipo, quienes en esas circunstancias dejaron en el más profundo abandono a todo el personal del Instituto Nacional, expuestos a la violencia de encapuchados que se paseaban con artefactos incendiarios y combustible por todo el colegio", añadieron, cuestionando al alcalde de Santiago, Felipe Alessandri.
"Rechazamos con la mayor energía a esos grupos de inescrupulosos apoderados y adultos ajenos al Instituto Nacional que, desde las sombras de sus despreciables y dañinas ideologías, orquestan el caos, como viles cucarachas, sin importarles las consecuencias para sus propios hijos, promoviendo el uso de violencia y alimentando un espíritu destructivo de alumnos menores de edad", continúa el texto.
"La autoridad debe dejar de ser garantista con el lumpen y los anarquistas revolucionarios, esa minoría nefasta que habita en cada colegio emblemático, y empezar a proteger a las verdaderas víctimas: Los miles de jóvenes que asisten a su Liceo a los que realmente los convoca, Estudiar y prepararse para el futuro, porque saben que el esfuerzo y el trabajo constante será el que los llevará al éxito", plantearon.
Para los apoderados, un "triste debut ha tenido el Centro de Estudiantes 2019, que no solo callan sin condenar esta atrocidad, sino que además se desmarcan del llamado a esta convocatoria tan penosa".
"¿Hasta cuando una comunidad educativa va a soportar que un grupo de violentistas invada el lugar que antaño fue símbolo de encuentro, fraternidad, amistad, compañerismo y superación? ¿Hasta cuándo vamos a tolerar estos actos delincuenciales y vandálicos que causan un daño irreparable a nuestros propios hijos?", preguntaron.