El 2017 se registraron 263 denuncias de agresión a profesores, de las cuales un 57 por ciento corresponde a maltrato de padres hacia los docentes, según la Superintendencia de Educación.
Una tendencia que viene incrementándose desde 2014, según el diario La Tercera, y que este año ha dejado dos casos emblemáticos: La profesora de Cartagena agredida afuera de su colegio y un docente que recibió un sillazo en Chimbarongo.
El representante del Departamento de Educación del Colegio de Profesores, Álvaro Mardones, afirmó que existe preocupación, porque este tipo de ataques suele alcanzar mayor gravedad y ocurre por una subvaloración de la actividad docente.
"Tenemos la hipótesis de que en los colegios, cuando la comunidad está empoderada con su propia escuela, los niveles de agresión son menores. La estructura de la escuela influye en los niveles de estrés, y cuando hay redes de diálogo y cooperación, los niveles de violencia tienden a desaparecer", comentó al matutino.
Aumento de enfermedades profesionales
Desde la Asociación Chilena de Seguridad (AChS), donde reciben a los profesores que han sido víctimas de ataques, de todos los docentes un 43 por ciento llega por casos de hostilidad de apoderados y alumnos, y un 23 por ciento por enfermedades de salud mental asociadas a la carga emocional de las agresiones.
"Esto va al alza, también, porque las enfermedades profesionales, en general, han aumentado 350 por ciento en los últimos años. Esto seguirá creciendo", aseguró, Daniela Campos, jefa de Riesgos Psicosociales de la entidad.
En el Congreso, varios parlamentarios plantearon la existencia de un vacío en el proyecto de Aula Segura, ya que las sanciones solo son explícitas en el caso de los escolares.
"Pero hay otros problemas que no tienen que ver con los estudiantes, sino con los apoderados dentro del colegio, y que no tienen sanción en la ley", planteó al diario la diputada Camila Rojas (IA).