Tribunales de Justicia y la Superintendencia de Educación se encuentran investigando la expulsión de un estudiante del colegio Nido de Águilas, en el marco de un proceso por envío de imágenes de carácter sexual de sus compañeras de curso.
Según publicó La Tercera, el 12 de julio una pareja de apoderados presentó un recurso ante la Corte de Apelaciones de Santiago por la expulsión de su hijo, identificado como B, pidiendo su reintegro al no comprobarse la existencia de los denominados "packs" de sus compañeras.
Además, otro joven identificado como G fue suspendido, razón por la que la Superintendencia cuestionó la aplicación fuera de protoclo de Aula Segura y la falta de medidas que regulen la convivencia escolar, luego que el estudiante revelara situaciones de acoso en redes sociales.
El tema ha causado conmoción en el recinto, que además enfrenta una sanción de 51 UTM por la falta de protocolos ante los casos de cyberbullying, ya que estos estudiantes eran amigos de Katy Winter, joven que se suicidó en mayo de 2018 en un café de Providencia.
El abogado del colegio, Ciro Colombara, indicó que "habiendo involucrados menores, no haremos referencias específicas, pero efectivamente existen dos recursos de protección interpuestos por la familia de un alumno cuya matrícula fue cancelada por hechos que se consideraron graves para la convivencia escolar".
"La Corte de Apelaciones rechazó dos órdenes de no innovar y esperamos que rechace en definitiva los recursos de protección, porque la decisión del Colegio se ajusta a la normativa legal. Paralelamente, la Superintendencia avanzó en una etapa preliminar de un procedimiento administrativo y el Colegio seguirá entregando antecedentes ya que la decisión se ajustó a la normativa vigente. No existe una sanción de la Superintendencia", precisó.
Investigación del caso
Los hechos se iniciaron el 28 de marzo de este año, cuando tres alumnas denunciaron la solicitud, envío, almacenamiento y difusión de imágenes privadas y de connotación sexual de integrantes de la comunidad escolar, además de un caso de tocaciones impropias por parte de B.
Para determinar la veracidad de las denuncias, se entrevistó a 40 personas, determinando que existían 15 víctimas y testigos que confirmaban las imputaciones, procediendo a realizarse reuniones con los alumnos y sus apoderados.
El 8 de abril ambos alumnos fueron suspendidos y B fue acusado de presionar a alumnas para el envío de estas imágenes y de guardar una gran cantidad de estos registros, ante lo que ofreció entregar su teléfono para la realización de peritajes.
Los padres de los alumnos pidieron copias del expediente, lo que fue rechazado por el colegio, hecho que terminó con la expulsión de B del recinto el 12 de junio.