El Sistema de Admisión Escolar asigna distintas prioridades a los estudiantes a la hora de postular a un establecimiento: orden en que se postula, si tiene hermanos o padres estudiando o trabajando en el recinto y cercanía geográfica respecto al mismo. Ninguno de estos considera a los internados, donde quien usa esa facilidad normalmente no reside en la ciudad del colegio, puede venir de sectores rurales o las regiones más extremas del país. Eso es lo que complica, por ejemplo, al Internado Nacional Barros Arana (INBA), desde donde aseguran que venían advirtiendo la situación hace tiempo, pero la primera etapa del SAE terminó el pasado 9 de septiembre sin soluciones. Todo el detalle en el informe de Kassandra Widemann.