"Los principales dirigentes del movimiento estudiantil chileno han emprendido una de las batalladas de mayor complejidad desde que en 2011 removieron el tablero político del país sudamericano: convertirse en parlamentarios en las elecciones del 17 de noviembre y, pese a su postura inicial, de desconfianza ante el sistema institucional, apostar a las transformaciones desde dentro del Congreso".
Así comienza un reportaje que dedica el diario español El País a las candidaturas a diputados de varios de los principales rostros del movimiento, titulado "Los líderes de la revuelta estudiantil chilena buscan escaños en el Congreso".
El medio escrito destaca, por ejemplo, el caso de "la geógrafa Camila Vallejo, de 25 años, principal rostro de la revuelta de los estudiantes, pretende convertirse en diputada por La Florida, una zona de clase media de la Santiago de Chile".
Añade que "la líder comunista, una de las figuras políticas chilenas de mayor fama internacional, con sus cinco meses de embarazo recorre las calles de la comuna pidiendo el voto a la ciudadanía para llegar al Parlamento con el apoyo de su partido y el centrozquierda".
"Giorgio Jackson, otro de los dirigentes que protagonizaron las protestas callejeras hace dos años, expresidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica (FEUC), ha desafiado a los partidos políticos tradicionales y, con el apoyo de los independientes, quiere ser diputado por Santiago. Líder de Revolución Democrática, un movimiento que ha logrado influencia desde 2011, recolecta firmas para lanzar su postulación y quedarse con una de las comunas de mayor relevancia en el país", consigna El País.
"Llegamos a la conclusión de que no podíamos esconder la cabeza frente a las elecciones este año y que era importante que los movimientos sociales también tuvieran una expresión política en los comicios", dijo al diario el ex presidente de la FECh y candidato a diputado por el movimiento la Izquierda Autónoma Gabriel Boric.
"Si resulto electo, apoyaré las marchas, los paros y las movilizaciones. El sistema hay que cambiarlo desde dentro y desde fuera", cuya candidatura fue anunciada el lunes junto a su compañero de militancia Francisco Figueroa, ex vicepresidente de la FECh.
"Es un triunfo que ex dirigentes de 2011 sean hoy candidatos", dijo Figueroa.
Implicancias
El País resalta, en este contexto, que "el movimiento desde sus inicios desconfió profundamente que la política se hiciera desde el Estado y, por el contrario, propugnaban que la vida pública transitaba por la sociedad y no por las instituciones de la democracia representativa", pero "desde 2011 (...) los principales dirigentes han transitado hacia una posición de pragmatismo y, para evitar que su fuerza se diluya, como le ocurrió a los indignados españoles, han apostado por tener presencia en el Poder Legislativo".
Consigna, además, la opinión de Gabriel Salazar, Premio Nacional de Historia 2006 "y reconocido intelectual de izquierda", quien considera erróneo el camino que han tomado los estudiantes. A su juicio, los dirigentes "debieron insistir con el movimiento social y no pasarse a la política".
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