La Iglesia Católica comunicó formalmente su preocupación por los aspectos que se han conocido de la reforma educacional impulsada por el Gobierno, especialmente en lo referido a la adquisición del Estado sobre colegios particulares subvencionados donde acusa ambigüedades, priorización económica e interferencia en la libre elección.
Si bien los obispos señalan que están de acuerdo con el proceso de reformar la educación, el documento firmado por el Área de Educación de la Conferencia Episcopal de Chile, cuestiona -entre otros puntos- que las propuestas del Gobierno en la materia "aparecen orientadas fundamentalmente a decisiones de tipo económico, más que a la calidad educativa y pedagógica".
"Nos extraña la ausencia de políticas públicas hacia la educación municipal, sobre la cual todos concuerdan en la urgencia de su rescate y fortalecimiento", añade el texto augurando que "con motivo del traspaso de financiamiento compartido a gratuidad, (los colegios subvencionados) corren el riesgo de verse en la obligación de cerrar por insolvencia económica".
"No queda claro el tratamiento de compra, comodato y convenio de los inmuebles que por magnitud y costo, requiere de una gran reflexión tranquila y responsable", acusan los religiosos aludiendo a la gran cantidad de recursos involucrados.
Los representantes de la Iglesia Católica dijeron estar esperanzados en el perfeccionamiento de la reforma aunque esperan que esta contemple igualmente "el fortalecimiento de la profesión e implementación de la carrera docente".
Durante este jueves algunos miembros del Área de Educación de la Conferencia Episcopal de Chile se reunirán con el ministro del ramo, Nicolás Eyzaguirre, con quien esperan acercar posiciones y expresar la postura oficial del culto.