Cuatro de cada 10 alumnos de octavo básico en Chile presentan sobrepeso u obesidad, y el 20 por ciento se encuentra en riesgo cardiovascular o metabólico.
Éstos son algunos de los resultados más preocupantes de la prueba Simce de educación física aplicada en noviembre de 2015 a más de 9.500 estudiantes a lo largo de todo el país, cuyos resultados muestran un empeoramiento de los índices en comparación con la medición anterior, de 2014.
Los detalles fueron presentados este jueves por la subsecretaria de Educación, Valentina Quiroga, y el secretario ejecutivo de la Agencia de Calidad de la Educación, Carlos Henríquez, quienes llamaron tanto a los colegios como a las familias a dar relevancia a este tema.
Según explicaron, los malos índices son transversales a todos los grupos socioeconómicos y el 45 por ciento de los niños presenta exceso de peso.
Más del 90 por ciento de los escolares debe mejorar su fuerza de brazos y siete de cada 10 requieren mejorar su capacidad aeróbica.
En términos generales las niñas obtienen peores resultados que los varones y, en el detalle, se observa que en las pruebas de "potencia aeróbica máxima", de cada 10 mujeres, dos no logran superar la barrera de ingreso, siete tienen resultados insatisfactorios y sólo una alcanza un desempeño adecuado.
Las autoridades llamaron a fomentar la valoración de la actividad física y los hábitos saludables.
Problema "gigante"
El secretario ejecutivo de la Agencia de Calidad de la Educación comentó que "estamos en un problema gigante y por eso esto no puede ser abordado sólo por los colegios del país, sino que se requiere de los colegios, de los profesores, de los padres, de los barrios, de las comunas, del Gobierno, del mundo privado".
"Estamos en un tremendo problema de salud, un tremendo problema de aprendizaje integral de nuestros niños y un tremendo problema de tener ciudadanos más felices", añadió Carlos Henríquez.
Por su parte, la subsecretaria Quiroga explicó que "el curriculum (de la asignatura) depende del nivel educacional del cual estamos hablando, pero en general hay dos horas de Educación Física en el curriculum nacional a la semana".
"No solamente tenemos que trabajar en el número de horas, también tenemos que ver bien el uso de esas horas. Es importante que al menos el 50 por ciento del tiempo sea destinado a una actividad de moderada a vigorosa y también es importante ver la calidad de esa formación", expresó la secretaria de Estado.
"Prácticamente, una gran parte de los establecimientos en el país tienen jornada escolar completa. Por lo tanto, este no es solamente un tema que se aborda desde el nivel curricular", añadió Quiroga.
El Simce de Educación Física en Octavos Básicos contempló la resistencia aeróbica y rendimiento cardiovascular, medidos con el test de Cafra, y la potencia aeróbica mixta, con el test de Navette.
Alfredo Campos, docente de la carrera de Educación Física de la Universidad Andrés Bello, considera que es muy poco el tiempo que se destina a esta materia en los colegios.
"Esto requiere una frecuencia de cinco veces a la semana. Debieran agregar, además de la clase de educación física, que puede ser una o dos, tener tres veces más de actividades planificadas durante la semana, idealmente con actividades variadas (como) juegos, otros deportes, danzas, bailes, que no representen una actividad monótona en los niños, sino que sea algo variado y entretenido", añadió Campos.
El director de la escuela de Ciencias de la Actividad Física y la Salud de la Universidad de Santiago, Omar Fernández, señaló que "con dos horas a la semana es imposible que podamos hacer modificaciones cualitativa de la salud de la población escolar, por lo tanto lo recomendable es que revisemos en conjunto de lo que pasa la escuel".
"(Hay) que considerar la Educación Física como la clave para que las buenas clases de Educación Física, que ese impacto lo reintegremos al tiempo libre de la jornada escolar completa con más talleres deportivos", agregó Fernández.
En tanto, Octavio Alarcón, docente de Educación Física de la Universidad Católica, indicó que "mientras tengamos a un niño sentado desde las 8:00 hasta las 16:00 horas con micro recreos de 5 minutos, de 10 minutos que alcanzan con suerte a ir al baño, comerse algo y volver a clases, los tenemos sentados todo el día".
"Lo que es peor, si se mueven mucho les damos medicamentos para que no se muevan o les decimos que están hiperactivos", añadió Alarcón.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que los niños de este rango realicen un mínimo de 30 minutos diarios de actividad física.