"Preocupa que se penalice este tipo de protestas por el solo hecho de ser protestas", señaló la directora del organismo.
Ana Piquer destacó el creciente protagonismo de las redes sociales para incentivar cambios.
Amnistía Internacional (AI) manifestó preocupación por las reacciones "cada vez más duras" por parte de las fuerzas de seguridad del Estado chileno frente a diversas protestas sociales.
Para esa entidad, que presentará este viernes su informe sobre el estado de los derechos humanos en el mundo, la situación en Chile es "relativamente similar" a la del año pasado, aunque se observan dos diferencias fundamentales: un reacción cada vez mayor contra las protestas sociales y un creciente protagonismo de las redes sociales.
"Hay una reacción cada vez más dura frente a situaciones de protesta social (..) Nos preocupa que se empiece a penalizar este tipo de protestas por el solo hecho de ser protestas", explicó a EFE la directora ejecutiva de AI en Chile, Ana Piquer.
Para Piquer, la aplicación de la ley antiterrorista al conocido caso bombas o la represión violenta de manifestaciones que "no necesariamente eran violentas" son situaciones que hay que "mirar con cuidado" porque van por un camino peligroso.
Auge de las redes sociales
"También hemos mirado con mucho interés el rol de las redes sociales. Twitter, por ejemplo, está sirviendo para visibilizar temas, para organizar personas y movilizar gentes", explicó Piquer, para quien estas nuevas herramientas pueden incentivar a las personas a "generar cambios" por sí mismas.
Entre los temas descritos en el informe Piquer destacó la aplicación de la ley antiterrorista "a los casos de protesta", un texto que, a su juicio, podría tener "contradicciones" con los principios del debido proceso.
El segundo tema está asociado a la "impunidad" y a los juicios realizados a personas por violar los derechos humanos sobre lo que criticó la aplicación de la ley de amnistía a varios condenados durante la dictadura.
Como desafío para el futuro, AI mantiene sus fuerzas encaminadas en impulsar la campaña "Exige dignidad", que pretende "visibilizar que la pobreza es a la vez la causa y la consecuencia de las violaciones de los derechos humanos".
