Presidente FEUC no justificó la acción, pero llamó a reflexionar sobre sus causas.
Lamentó en Cooperativa que la violencia haya llegado a ser la forma de manifestar las cosas.
El presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica, Giorgio Jackson, atribuyó la ocupación de la Municipalidad de Santiago que realizó este lunes un grupo de 50 secundarios a la "desesperación" de muchos sectores ante la falta de oportunidades y la larga espera de soluciones por parte de las autoridades.
"Yo creo que hay que analizar qué está pasando con la sociedad chilena, porque hoy día existe un grado de desesperación al querer cambios transformacionales. Vemos que los mismos estudiantes de zonas periféricas, de la ACES, que hoy día viven situaciones precarias ya no dan más con una eterna espera", dijo Jackson a El Diario de Cooperativa.
A juicio del dirigente, la realidad de exclusión que denuncian los alumnos con este tipo de manifestaciones se da "no sólo en esta generación, sino en muchas generaciones que no han podido salir del círculo de la pobreza ni han podido acceder a las oportunidades, y (decir) esto no tiene nada que ver con justificarlo, esto tiene que ver con que, una vez visto el hecho, hay que mirar más allá".
"¿Qué es lo que está produciendo esto? ¿Cómo es posible que como sociedad hayamos llegado a que la violencia tenga que ver la forma de manifestar las cosas?", reflexionó, acotando que esto se da porque en Chile "no existe una paz social y no existe justicia social que permita que todos nos podamos expresar de manera correcta".
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| Jackson fue uno de los dirigentes que encabezó a marcha familiar de la pasada jornada. (Foto: UPI) |
"No queremos políticas de consenso sin escuchar al movimiento"
El dirigente se dio tiempo también para comentar el momento actual del movimiento y destacó la "masiva convocatoria, absolutamente pacífica", de la marcha familiar realizada ayer domingo en Santiago, que según los organizadores reunió a 40 mil personas. Asimismo, defendió el llamado de la Confech a bloquear un acuerdo en el Congreso sobre educación en miras a la Ley de Presupuesto de 2012.
"Lo que hemos dicho repetidamente y el Gobierno trata de malinterpretar es que no queremos que existan políticas de consenso sin previamente escuchar a los distintos movimientos sociales. Nosotros sabemos que han existido experiencias donde el movimiento estudiantil se ha visto traicionado", y con ellos se ha traicionado "al final a las familias chilenas, como ocurrió el 2006 con la LGE", tras la llamada "revolución pingüina".
Jackson consideró importante que los estudiantes puedan "ver cómo hacemos sustentables y sostenibles las presiones que queremos ejercer, porque entendemos que esto va a ser de largo aliento, que aquí en la Ley de Presupuesto no se va a obtener la reforma que los chilenos están esperando".
Sin embargo –y de ahí el llamado de la Confech- "puede constituir un paso significativo si (la Ley de Presupuesto) la construimos entre todos, y ahí es fundamental que los oídos de los parlamentarios estén bien abiertos y estén dispuestos a hacer una autocrítica con lo que han hecho en el pasado todos los sectores, y así poder avanzar con las grandes mayorías ciudadanas hacia lo que es la construcción de un futuro que, esperemos, sea promisorio", concluyó.
