Laura Ortiz aseguró que "comenzó a manosearnos sin intención de revisarnos".
En Cooperativa afirmó que la funcionaria "se sacó su placa y se negó a dar su nombre".
Laura Ortiz, vocera de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios, detalló las "tocaciones indebidas" que -según denunció el lunes- sufrió por parte de una funcionaria de Carabineros, tras su detención en incidentes en la sede de la Unicef.
La estudiante sostuvo en Una Nueva Mañana que la carabinera, quien según detalló es de apellido Merino y trabaja en la 17ª Comisaría de Las Condes, fue la que me golpeó cuando me subieron al bus y me esposó sin motivo alguno".
"Comenzó a sacarme los cordones, aros y pinches y nos pidió que nos sacáramos la ropa, y ahí comenzó a manosearnos, sin intención de revisarnos", sentenció.
Ortiz indicó que la funcionaria la obligó -junto a sus compañeras- a quedar desnudas en el furgón policial y a la vista de otros carabineros, y que "nos manoseó a todas, quedamos impactadas y comenzamos a reclamarle, pero ahí se sacó el número de placa y se negó a darnos su nombre, y cuándo le preguntábamos nos insultaba".
De esta manera, la dirigenta estudiantil anunció una querella contra la carabinera y relató que tras la detención en la sede de la Unicef, "nuestra intención no era tomarnos la sede", sino pedir ayuda en la institución.
"(Los) carabineros estaban muy alterados, sin motivo alguno, y no entendíamos el por qué", ante lo cual sostuvo que tras efectuar el control de identidad, los funcionarios "nos empezaron a pegar, y dejaron a un estudiante en huelga de hambre casi inconsciente y desvanecido en el suelo".
En paralelo, Laura Ortiz aseguró que "el ministro Bulnes se ha negado a tener un diálogo con los estudiantes secundarios, y nos no interesa si nos prometen lo mismo que han hecho en este tiempo", dijo respecto a las negociaciones con el Ministerio de Educación.
"No nos interesan los dichos de Zalaquett, porque tenemos claridad en que podemos perder el año pensando en un futuro mejor", afirmó respecto a las declaraciones del alcalde de Santiago, de que el 1 de agosto sería la fecha tope para perder el año escolar.
